Cofradía de la Virgen de la Esperanza
La Cofradía de la Virgen de la Esperanza representa uno de los capítulos más emotivos y particulares de la Semana Santa de Zamora. Fundada oficialmente en 2010, esta hermandad se ha consolidado como una de las más queridas por los zamoranos, distinguiéndose por su aire único que combina la sobriedad castellana con reminiscencias andaluzas. Su procesión matinal del Jueves Santo constituye un momento cumbre de la Pasión zamorana, especialmente cuando la imagen asciende por la empinada calle Balborraz en un despliegue de fe y esfuerzo que emociona a miles de espectadores. Con aproximadamente 2.700 hermanos, esta cofradía ha sabido mantener viva una tradición que se remonta a 1961, cuando la Virgen de la Esperanza procesionó por primera vez en la mañana del Jueves Santo.

Contenido
- 1 Orígenes y evolución histórica
- 2 Residencia permanente
- 3 Indumentaria y elementos identificativos
- 4 El tesoro escultórico
- 5 La procesión del Jueves Santo
- 6 Actos fuera de la Semana Santa
- 7 Aspectos únicos
- 8 Preguntas habituales
- 9 Enlaces de interés
- 10 Cofradías
- 10.0.1 Cofradía de Jesús del Vía Crucis
- 10.0.2 Cofradía de Jesús Nazareno
- 10.0.3 Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
- 10.0.4 Cofradía de la Santísima Resurrección
- 10.0.5 Cofradía de la Virgen de la Esperanza
- 10.0.6 Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
- 10.0.7 Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
- 10.0.8 Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
- 10.0.9 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
- 10.0.10 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
- 10.0.11 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
- 10.0.12 Penitente Hermandad de Jesús Yacente
- 10.0.13 Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
- 10.0.14 Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
- 10.0.15 Real Cofradía del Santo Entierro
- 10.0.16 Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
- 10.0.17 Sección de Damas de la Virgen de la Soledad
Orígenes y evolución histórica
La historia de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza está íntimamente ligada a la Cofradía de Jesús del Vía Crucis, de la cual se originó. Todo comenzó en 1948, cuando la Junta Directiva de la Cofradía del Vía Crucis introdujo una reforma estatutaria que fue aprobada por el obispo de Zamora, Jaime Font Andreu, el 18 de noviembre de ese año. Esta reforma permitió la incorporación de una nueva imagen mariana bajo la advocación de la Esperanza en los desfiles procesionales de la ciudad.
El donativo económico que hizo posible la talla de la Virgen provino del subsecretario nacional de trabajo, el zamorano Carlos Pinilla Turiño, quien en mayo de 1950 entregó la generosa cantidad de 25.000 pesetas a la Cofradía del Vía Crucis. Con estos fondos se pudo adquirir no solo la imagen sino también la mesa procesional sobre la que desfilaría.
La primera procesión de la Virgen de la Esperanza tuvo lugar el Martes Santo de 1951, formando parte del cortejo de la Cofradía del Vía Crucis. Sin embargo, fue el 30 de marzo de 1961, en la mañana del Jueves Santo, cuando la imagen realizó por primera vez su recorrido independiente, partiendo desde la iglesia conventual de Cabañales hasta la iglesia de San Andrés. Este hito marcó el nacimiento de la que se convertiría en una sección específica: la Sección de Damas de la Virgen de la Esperanza, constituida como rama filial de la Cofradía del Vía Crucis.
Durante décadas, esta sección fue creciendo en devoción y número de hermanas, hasta que en 2009 se produjo un momento decisivo. En una asamblea general extraordinaria, los miembros de la Sección de Damas aprobaron por mayoría absoluta su independencia de la cofradía matriz. El proceso culminó el 21 de septiembre de 2010, cuando el obispo de Zamora, Don Gregorio Martínez Sacristán, erigió canónicamente la nueva Cofradía de la Virgen de la Esperanza, convirtiéndose así en la décimo sexta cofradía de la Junta Pro Semana Santa de Zamora y, curiosamente, en la última en incorporarse a esta institución.
Residencia permanente
La Virgen de la Esperanza tiene su residencia habitual en la Capilla de San Nicolás, ubicada en el interior de la Santa Iglesia Catedral de Zamora. Este espacio sagrado, de estilo renacentista con elementos escurialenses, acoge a la imagen durante todo el año, permitiendo que los fieles puedan visitarla y rendirle culto en cualquier momento.
La capilla se caracteriza por su arquitectura sobria y elegante, con un arco de medio punto sostenido por capiteles dóricos que reposan sobre zócalos de inspiración escurialense. Dentro de este entorno de serenidad y contemplación, la Virgen recibe la veneración de devotos y visitantes, especialmente durante los días previos a la Semana Santa y en torno a su festividad litúrgica del 18 de diciembre.
Indumentaria y elementos identificativos
El hábito de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza presenta características únicas que la distinguen dentro del panorama semanasantero zamorano, combinando elementos de la tradición castellana con influencias de otras latitudes, especialmente del sur peninsular.
Las hermanas de la cofradía visten un atuendo que constituye uno de los rasgos más característicos y emotivos de la procesión. Lucen un riguroso luto negro compuesto por abrigo de paño negro largo hasta debajo de la rodilla, con botones escondidos excepto el primero. El conjunto se completa con mantilla de blonda negra sobre peineta alta, medias y zapatos negros de tacón. Como único punto de color, portan una cinta verde en la medalla de la cofradía y sostienen entre sus manos una tulipa blanca y una vela reglamentaria. La elegancia y solemnidad de este atuendo, heredero de la tradición de llevar mantilla en Semana Santa, aporta un aire único a la procesión.
En los últimos años, la cofradía ha actualizado y digitalizado el patrón oficial del hábito femenino, facilitando su confección y manteniendo la identidad tradicional de la hermandad. Esta modernización ha permitido que más hermanas puedan acceder al diseño completo a través de la página web oficial.
Los hermanos varones visten un atuendo de gran vistosidad cromática que contrasta con la sobriedad del resto de procesiones zamoranas. Llevan túnica de raso blanco con caperuz del mismo tejido y color, acompañada de guantes blancos. El elemento más distintivo es la capa de raso verde, color que evoca la propia advocación de la Esperanza, junto con una faja verde que ciñe la túnica. Completan el conjunto con una vara plateada que porta el anagrama de la cofradía. La combinación de blanco y verde, junto al brillo del raso, otorga a la procesión un aspecto singular y reconocible desde la distancia.
Recientemente, la cofradía ha permitido que algunas mujeres utilicen también la vestimenta masculina, incorporando así un carácter más inclusivo a la hermandad. Asimismo, la banda de cornetas y tambores ha incluido integrantes femeninas, reflejando la evolución y apertura de la cofradía a los nuevos tiempos sin perder su esencia tradicional.
El tesoro escultórico
La imagen titular de la cofradía constituye una obra escultórica de notable valor artístico y devocional. Fue tallada en 1950 por el imaginero Víctor de los Ríos Campos, escultor cántabro nacido en Santoña en 1909 y fallecido en Santander en 1996. De los Ríos se formó en Madrid junto a maestros de renombre como Enrique Sierra, Víctor Martínez Otero y Francisco Madurell, desarrollando posteriormente una prolífica carrera especializada en imaginería religiosa. Su obra está presente en numerosas ciudades españolas, destacando especialmente en las Semanas Santas de León, Palencia y Linares.
Para seleccionar al escultor de la Virgen, la Cofradía del Vía Crucis contactó con varios imagineros de prestigio, solicitándoles presupuestos y plazos. En su carta, manifestaban el deseo de encargar «una imagen de la Santísima Virgen de la Esperanza» con un estilo que recordara a la Virgen de la Esperanza de Sevilla, pero adaptado a la sensibilidad castellana. Finalmente, la propuesta de Víctor de los Ríos fue la elegida.
La talla es una imagen de bastidor de 1,70 metros de altura, técnica que permite cierta ligereza en el conjunto. Presenta brazos y cabeza articulados, lo que facilita su vestidura y mantenimiento. El rostro de la Virgen transmite una expresión serena y doliente, con una mirada que combina el sufrimiento maternal con la esperanza en la Resurrección. Esta dualidad hace de la imagen una de las más emotivas de la Semana Santa zamorana.
La Virgen luce una magnífica corona de plata labrada por el joyero zamorano Bautista García Sánchez, pieza de orfebrería que realza la nobleza de la talla. El manto, confeccionado en terciopelo verde, fue bordado en oro por las religiosas franciscanas del convento de Santa Marina de Zamora. Este manto constituye una obra de arte textil en sí misma: está orlado con greca de hilo de oro y salpicado de 351 estrellas donadas por devotos, cuyos nombres quedaron escritos en el reverso del manto, ocultos por el forro. Esta tradición de las estrellas donadas convierte cada punto del manto en un testimonio de devoción y fe personal.
El paso procesional sobre el que desfila la Virgen fue inicialmente una mesa de ruedas, también obra de Víctor de los Ríos en 1950. En 1989, coincidiendo con una restauración de la imagen realizada en Valladolid por Don Mariano Nieto Pérez, la mesa fue readaptada para poder ser portada a hombros, tal como procesiona en la actualidad. Este cambio permitió que los cargadores pudieran llevar el paso de forma tradicional, aportando mayor solemnidad y dificultad al recorrido, especialmente en la célebre subida de Balborraz.
La procesión del Jueves Santo
La procesión de la Virgen de la Esperanza tiene lugar en la mañana del Jueves Santo a las 10:00 horas, constituyendo uno de los desfiles más emotivos y concurridos de toda la Semana Santa zamorana. El cortejo parte del Convento de las Dominicas Dueñas de Cabañales, situado en la margen izquierda del río Duero, donde la Virgen ha permanecido en vela desde la noche del Martes Santo.
El itinerario procesional atraviesa algunos de los espacios más emblemáticos de Zamora: Puente de Piedra, Avenida del Mengue, calle La Plata, Balborraz, Plaza Mayor, Ramos Carrión, Plaza de Viriato, Rúa de los Francos, Rúa de los Notarios, hasta llegar a la Plaza de la Catedral, donde culmina la procesión con la entrada de la Virgen en su sede canónica.
El recorrido está jalonado de momentos de singular belleza y emoción. El primero de ellos se produce al cruzar el Puente de Piedra o Puente Románico, estructura medieval recientemente restaurada que ofrece una de las estampas más fotogénicas de la Semana Santa. Las damas enlutadas y los hermanos de túnica blanca y capa verde desfilando sobre el viejo puente de piedra, con el río Duero fluyendo bajo sus arcos y la ciudad medieval alzándose al fondo, conforman una imagen de extraordinaria belleza plástica.
Sin embargo, el momento más destacado y esperado de toda la procesión es, sin duda, la subida de la Virgen por la calle Balborraz. Esta arteria, considerada una de las calles más bonitas de España, asciende con pronunciada pendiente desde el río hasta la Plaza Mayor. Su nombre, derivado del árabe «bab al ras» (puerta de la cabeza), evoca el pasado medieval de Zamora. Las fachadas de piedra, los edificios históricos y el empedrado de la calle crean un marco incomparable para uno de los esfuerzos más admirados de toda la Semana Santa.
Cuando la Virgen inicia el ascenso por Balborraz, la calle se abarrota de público que contempla con emoción y respeto el paso de la imagen. Los espectadores valoran el tremendo esfuerzo físico de los cargadores, que con paso lento pero firme van ganando altura mientras el peso del paso se hace sentir en cada metro de subida. Las saetas resuenan en el aire matinal, marcando el ritmo de la marcha. El característico «baile» de la Virgen, los movimientos laterales que los cargadores imprimen al paso para descansar alternativamente los hombros, añaden dramatismo visual a la escena. Cuando finalmente la imagen corona la cuesta y alcanza la Plaza Mayor, un murmullo de admiración y alivio recorre entre los presentes.
La procesión continúa por las principales arterias del casco histórico hasta llegar a la Plaza de la Catedral. Allí, en el atrio catedralicio, tiene lugar el momento final y más emotivo: el canto de la Salve. Todos los cofrades, junto con los numerosos fieles que han seguido la procesión, entonan esta plegaria mariana como despedida y homenaje a la Virgen de la Esperanza. El canto colectivo de la Salve, con la fachada románica de la catedral como telón de fondo, constituye un momento de máxima intensidad devocional que cierra la procesión con profundo recogimiento.
Actos fuera de la Semana Santa
La actividad de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza no se limita a la Semana Santa, sino que se extiende a lo largo del año con diversos actos de culto y devoción que mantienen viva la vinculación entre los hermanos y su imagen titular.
Uno de los momentos más destacados del calendario anual es el Triduo a la Virgen de la Esperanza, que se celebra en los días previos a su festividad. Este ciclo de tres días de oración y reflexión tiene lugar en la Catedral de Zamora, generalmente hacia finales de marzo, y está organizado por la propia cofradía. Las celebraciones incluyen eucaristías vespertinas, reflexiones sobre la figura de María en el misterio de la Esperanza, y momentos de oración comunitaria que refuerzan los lazos entre los hermanos.
El besamanos a la Virgen constituye otro acto de gran importancia devocional. Instituido tras la fundación oficial de la cofradía en 2010, este acto permite a los fieles acercarse personalmente a la imagen, expresar su devoción y presentar sus peticiones e intenciones. El besamanos se celebra en la Catedral en fechas cercanas a la festividad litúrgica de la Virgen de la Esperanza, el 18 de diciembre, así como en otros momentos del año litúrgico. Este acto ha ganado gran popularidad entre los zamoranos, que aprovechan la ocasión para vivir un encuentro íntimo con la imagen que tanto veneran.
La cofradía también participa en las Misas Jubilares que se celebran los sábados en la Catedral durante el Año Jubilar, integrándose así en los grandes acontecimientos de la diócesis zamorana. Asimismo, colabora en los actos organizados por la Junta Pro Semana Santa de Zamora y mantiene una presencia activa en la vida religiosa y cultural de la ciudad.
Aspectos únicos
La Cofradía de la Virgen de la Esperanza presenta varias singularidades que la hacen especial dentro del panorama semanasantero zamorano, caracterizado generalmente por la austeridad y sobriedad castellanas.
Una de las peculiaridades más llamativas es el aire andaluz que desprende la cofradía, algo excepcional en Zamora. Junto con la Virgen de los Clavos, la Esperanza es la única imagen que presenta reminiscencias del sentir meridional. Esta influencia se manifiesta en varios elementos: el manto verde bordado en oro, los colores blanco y verde de los hermanos varones que recuerdan al levante, y sobre todo el uso de mantilla de blonda y peineta por parte de las hermanas, elemento característico de las cofradías andaluzas pero poco habitual en Castilla.
Otra particularidad notable es la propia advocación de la Virgen. Aunque hoy es habitual encontrar Vírgenes dolorosas bajo la advocación de la Esperanza en las procesiones de Semana Santa, técnicamente existe cierta paradoja litúrgica. La Virgen de la Esperanza es originalmente una representación de la Virgen embarazada, en estado de «buena esperanza», más propia del tiempo de Adviento que de la Pasión. Su festividad se celebra el 18 de diciembre, solo una semana antes de la Natividad. Esta particularidad teológica añade una capa de significado especial a la presencia de esta imagen en los desfiles del Jueves Santo.
La hermandad ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. En 2025, por ejemplo, la cofradía registró 150 nuevas altas, alcanzando un censo aproximado de 2.700 hermanos. Este crecimiento refleja el arraigo y la popularidad de la Virgen de la Esperanza entre los zamoranos, especialmente entre las generaciones más jóvenes que se incorporan con entusiasmo a la cofradía.
Otro aspecto destacable es la apertura a la inclusión que ha mostrado la cofradía en los últimos años. Algunas mujeres han comenzado a utilizar la vestimenta masculina de túnica blanca y capa verde, rompiendo con la tradicional división por sexos en el vestuario. Igualmente, la banda de cornetas y tambores ha incorporado integrantes femeninas, modernizando la cofradía sin perder su esencia tradicional.
La cesión de la imagen por parte de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis constituye otro elemento singular. La Virgen pertenece jurídicamente a la cofradía del Vía Crucis, que la cede temporalmente a la Cofradía de la Esperanza desde la noche del Martes Santo hasta el Jueves Santo. Este acuerdo fraternal entre ambas hermandades es un bello ejemplo de colaboración y generosidad dentro de la Semana Santa zamorana.
Finalmente, cabe destacar que la Cofradía de la Virgen de la Esperanza fue la última en incorporarse a la Junta Pro Semana Santa de Zamora, convirtiéndose en 2010 en la décimo sexta cofradía oficial. A pesar de ser la más joven de las hermandades, ha sabido conquistar rápidamente un lugar privilegiado en el corazón de los zamoranos y en la estructura de la Semana Santa local.
Consejos prácticos
Alojamiento en Zamora: La capital zamorana cuenta con una variada oferta hotelera que se adapta a todos los presupuestos. Durante la Semana Santa es recomendable reservar con bastante antelación, especialmente para las noches del Jueves y Viernes Santo. Los establecimientos del casco histórico permiten estar cerca de todas las procesiones, aunque suelen ser los primeros en completarse. También existen opciones de apartamentos turísticos y hostales que ofrecen buena relación calidad-precio.
Transporte y acceso: El casco histórico de Zamora es peatonal en gran parte, por lo que lo más recomendable es dejar el vehículo en alguno de los aparcamientos públicos situados en el entorno del centro (Troncoso, Marina Española, entre otros) y recorrer la ciudad a pie. Durante las procesiones, muchas calles quedan cortadas al tráfico, por lo que es preferible llegar con antelación y caminar hasta los puntos de interés. La ciudad es perfectamente abarcable a pie, y pasear por sus calles medievales forma parte del encanto de la visita.
Vestimenta recomendada: Las mañanas de Jueves Santo en Zamora pueden ser frescas, especialmente en las primeras horas, por lo que se recomienda llevar ropa de abrigo. Calzado cómodo es imprescindible, ya que seguir la procesión implica caminar bastante y, en ocasiones, permanecer de pie durante largo tiempo. Si se desea presenciar la subida de Balborraz desde un buen punto, conviene llegar con antelación y estar preparado para esperar de pie.
Gastronomía local: Tras presenciar la procesión de la mañana, es el momento perfecto para disfrutar de la gastronomía zamorana. Los bares y restaurantes del casco histórico ofrecen tapas tradicionales: pulpo a la sanabresa, queso zamorano con denominación de origen, bacalao a la tranca, y los famosos caracoles a la zamorana. No hay que perderse las roscas de Semana Santa, dulce tradicional que se consume especialmente en estas fechas. La calle de Los Herreros y los alrededores de la Plaza Mayor concentran una excelente oferta de tapeo tradicional. La morcilla zamorana y las cachuelas son otros imprescindibles de la gastronomía local que merece la pena probar.
Preguntas habituales
¿Cuándo se fundó oficialmente la Cofradía de la Virgen de la Esperanza?
La cofradía fue erigida canónicamente el 21 de septiembre de 2010 por el obispo de Zamora, Don Gregorio Martínez Sacristán. Sin embargo, sus orígenes se remontan a 1961, cuando la Virgen procesionó por primera vez en Jueves Santo como Sección de Damas de la Cofradía del Vía Crucis.
¿A qué hora sale la procesión de la Virgen de la Esperanza?
La procesión tiene lugar en la mañana del Jueves Santo a las 10:00 horas, partiendo del Convento de las Dominicas Dueñas de Cabañales.
¿Cuál es el momento más destacado de la procesión?
Sin duda, la subida de la Virgen por la calle Balborraz, donde los cargadores realizan un esfuerzo notable para ascender la empinada cuesta ante miles de espectadores emocionados. Otro momento muy emotivo es el canto de la Salve en el atrio de la Catedral al final del recorrido.
¿Quién esculpió la imagen de la Virgen de la Esperanza?
La talla fue realizada en 1950 por el escultor cántabro Víctor de los Ríos Campos, imaginero de reconocido prestigio que realizó numerosas obras para Semanas Santas de toda España.
¿Dónde se puede visitar la Virgen de la Esperanza fuera de Semana Santa?
La imagen se encuentra en la Capilla de San Nicolás, dentro de la Santa Iglesia Catedral de Zamora, donde puede ser visitada durante todo el año en el horario de apertura del templo.
¿Por qué la Virgen pasa la noche del Martes Santo en el convento de Cabañales?
Es una tradición que simboliza la separación entre la Virgen y su Hijo tras la procesión del Martes Santo. La imagen permanece en vela en el convento hasta la mañana del Jueves Santo, cuando es recogida por su cofradía para iniciar la procesión.
¿Cuántos hermanos tiene la Cofradía de la Virgen de la Esperanza?
La cofradía cuenta con aproximadamente 2.700 hermanos, una cifra que ha ido en aumento desde su fundación como hermandad independiente en 2010, convirtiéndola en una de las cofradías más numerosas de Zamora.
¿Qué significan las estrellas del manto de la Virgen?
El manto verde está salpicado de 351 estrellas donadas por devotos. Cada estrella fue costeada por un fiel, cuyo nombre quedó escrito en el reverso del manto, oculto por el forro, como testimonio permanente de devoción personal.
Enlaces de interés
- Web oficial de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza
- Junta Pro Semana Santa de Zamora
- Oficina de Turismo de Zamora
- Catedral de Zamora – Información de visitas
- Ayuntamiento de Zamora
- Diócesis de Zamora
Cofradías
Cofradía de Jesús del Vía Crucis
Cofradía de Jesús Nazareno
Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
Cofradía de la Santísima Resurrección
Cofradía de la Virgen de la Esperanza
Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
Penitente Hermandad de Jesús Yacente
Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
Real Cofradía del Santo Entierro
Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
Sección de Damas de la Virgen de la Soledad