Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte representa una de las cofradías más sobrias y austeras de la Semana Santa zamorana. Fundada en 1974 y con su primera salida procesional en 1975, esta hermandad ha sabido consolidarse como un referente del recogimiento penitencial, ofreciendo cada Lunes Santo una experiencia única marcada por el silencio, la luz de las antorchas y los sobrecogedores cantos gregorianos que resuenan en las angostas calles del casco histórico de Zamora.

Procesión de la Hermandad penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte en Zamora
Procesión de la Hermandad penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Zamora, Semana Santa 2014. Autor: Antramir, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Con sede en la Iglesia de San Vicente Mártir, la hermandad congrega aproximadamente a quinientos hermanos que, ataviados con hábitos monacales blancos inspirados en los cuadros de Zurbarán, acompañan al Cristo de la Buena Muerte en una procesión que se inicia a las doce de la noche. La imagen, una magnífica talla del siglo XVI atribuida a Juan Ruiz de Zumeta o Gaspar Becerra, presenta la particularidad de procesionar inclinada unos 30 grados, siendo la única de Zamora con esta característica distintiva.

El momento culminante de la noche tiene lugar en la Plaza de Santa Lucía, donde el coro de la hermandad entona el emotivo «Jerusalem, Jerusalem», composición del músico zamorano Miguel Manzano que se ha convertido en uno de los instantes más esperados y conmovedores de toda la Semana de Pasión zamorana. La combinación de silencio sepulcral, luces temblorosas de las teas y el canto sacro crea una atmósfera de profunda espiritualidad que conmueve a fieles y visitantes.

Génesis y desarrollo

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte fue fundada en el año 1974, en un contexto de renovación generacional de la Semana Santa zamorana. Un grupo de jóvenes zamoranos, en sintonía con el espíritu de otras cofradías contemporáneas como la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo (también fundada en 1974), decidió crear una nueva hermandad que recuperase el espíritu penitencial más austero de las antiguas cofradías medievales.

El proyecto inicial contemplaba una hermandad de marcado carácter religioso, austero y penitente —adjetivos que aparecen en sus primeros estatutos— inspirada tanto en las tradiciones castellanas como en las prácticas monásticas. La primera salida procesional tuvo lugar el 25 de marzo de 1975, Lunes Santo de aquel año, marcando el inicio de una trayectoria que supuso un auténtico revulsivo estético y generacional en la Pasión zamorana.

Desde sus comienzos, la hermandad estableció relaciones estrechas con otras cofradías de reciente creación. La Hermandad Penitencial de las Siete Palabras medió ante la Junta Pro Semana Santa para conseguir el ingreso de la nueva hermandad y le prestó diversos enseres en los primeros años. Por su parte, la Hermandad de la Buena Muerte celebró conjuntamente con la del Espíritu Santo el décimo aniversario fundacional en 1984, evidenciando los lazos fraternales entre ambas.

A lo largo de sus más de cincuenta años de historia, la hermandad ha mantenido con firmeza su carácter original, consolidándose como uno de los desfiles más cuidados estéticamente y de mayor contenido espiritual de la Semana Santa de Zamora. El 2024 marcó el cincuenta aniversario de su fundación, celebrado con especial solemnidad y devoción.

Templo de referencia

La Iglesia de San Vicente Mártir constituye la sede canónica de la hermandad y el lugar donde recibe culto durante todo el año el Cristo de la Buena Muerte. Este magnífico templo románico, construido entre finales del siglo XII y principios del XIII, se encuentra situado en las inmediaciones de la Plaza Mayor y la Plaza del Fresco, aunque dentro del antiguo arrabal, encajonado entre otras edificaciones que impiden observar plenamente su grandiosidad arquitectónica.

El templo destaca especialmente por su torre, considerada «la más airosa y completa de Zamora» según Gómez Moreno, y «la más noble torre románica de Zamora» en palabras del poeta leonés Antonio Gamoneda. La torre y la portada occidental fueron declaradas Monumento Nacional en 1961, reconociendo así su valor patrimonial.

En el interior del templo se conservan importantes obras de arte sacro, entre las que destacan el retablo barroco que custodia la Virgen de las Angustias, diversos retablos laterales y, especialmente, el púlpito de piedra del siglo XVII con un águila de alas desplegadas en la taza, en el que, según la tradición, predicó San Vicente Ferrer en su visita a Zamora en 1412.

El atuendo penitencial

El hábito de la hermandad constituye uno de sus elementos más característicos y reconocibles. Los penitentes visten una túnica monacal de estameña blanca con cogulla (capucha), inspirada directamente en los monjes que aparecen en los cuadros del pintor barroco Francisco de Zurbarán y en los murales del Monasterio de la Rábida. Esta elección estética responde al deseo de la hermandad de recuperar la sobriedad y austeridad de las antiguas órdenes religiosas.

El atuendo se completa con una faja de arpillera ceñida a la cintura, símbolo de penitencia y mortificación, y sandalias franciscanas que representan la humildad y el desprendimiento material. Del cuello cuelga un crucifijo reglamentario, réplica del Cristo titular que desfila en procesión, recordando constantemente a los hermanos el misterio pascual que están viviendo.

Cada hermano porta en sus manos una tea encendida (antorcha), elemento fundamental que proporciona la única iluminación del cortejo nocturno, creando un efecto visual impresionante cuando cientos de luces titilantes serpentean por las angostas rúas del casco histórico. Este juego de luces y sombras, junto con el contraste del blanco inmaculado de las túnicas sobre el empedrado oscuro de las calles, confiere a la procesión una dimensión estética que ha sido comparada con las mejores tradiciones penitenciales europeas.

El Cristo de la Buena Muerte

La imagen titular de la hermandad es el Cristo de la Buena Muerte, una escultura en madera policromada que representa a Cristo crucificado en una expresión de serenidad y paz que contrasta con el dramatismo de otras representaciones pasionistas. La talla, datada en el último tercio del siglo XVI, transmite una sensación de calma y aceptación del sacrificio redentor.

La autoría de la obra ha sido objeto de debate entre los expertos. Tradicionalmente se ha atribuido al escultor zamorano Juan Ruiz de Zumeta, quien trabajó en Zamora a finales del siglo XVI y dejó varias obras de calidad en la ciudad. Sin embargo, otras tesis apuntan hacia Gaspar Becerra, maestro renacentista de reconocido prestigio, o incluso a gubias de mayor categoría aún no identificadas. A pesar de la incertidumbre sobre su autoría, hay consenso entre los especialistas en considerar esta talla como una de las de mayor valor artístico de la Semana Santa zamorana.

La historia documentada de la imagen presenta algunos vacíos. El primer documento que refleja su existencia data del año 1855. La talla perteneció originalmente al antiguo convento de Descalzos Franciscanos, situado en lo que hoy es la Plaza de la Marina. Debió formar parte de un retablo, coronándolo desde una posición elevada, aspecto que se intuye por la falta de detalle en la talla de la parte posterior de su cabeza, zona no visible para los fieles y que por tanto el escultor no trabajaba con excesivo detalle.

Tras la desamortización eclesiástica del siglo XIX, la talla fue trasladada a la Iglesia de Santiago del Burgo, donde recibió durante años la advocación de «Cristo de Santiago». Posteriormente fue llevada a su emplazamiento actual en San Vicente Mártir en 1945. A lo largo de su historia ha recibido diversas advocaciones: Cristo del Perdón, Cristo de Santiago y, finalmente, al fundarse la hermandad en 1974, Cristo de la Buena Muerte.

La imagen ha sido sometida a varias restauraciones debido a su deteriorado estado de conservación. Las intervenciones más significativas han permitido recuperar la belleza original de la talla y garantizar su pervivencia para las futuras generaciones.

Particularidad procesional única

Una característica absolutamente distintiva de este Cristo es que no se porta sobre una mesa procesional como es tradicional en Zamora y en la mayoría de las procesiones españolas. En su lugar, la imagen es llevada sobre unas andas sencillas inclinadas entre 30 y 35 grados, diseñadas específicamente para ser portadas por ocho hermanos que se relevan en turnos de carga a lo largo del recorrido.

Esta disposición inclinada confiere al Cristo una presencia imponente y distintiva, intensificando la sensación de recogimiento y haciendo que el paso se distinga inmediatamente entre todas las procesiones zamoranas. Es la única imagen de Zamora que procesiona de esta manera, lo que se ha convertido en uno de los signos de identidad más reconocibles de la hermandad.

Itinerario y momentos destacados

La procesión de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte se inicia a las doce de la noche del Lunes Santo desde la Iglesia de San Vicente Mártir. El desfile, que se prolonga hasta aproximadamente las dos de la madrugada, discurre por un cuidadoso itinerario que busca las calles más angostas y evocadoras del casco histórico zamorano.

El recorrido completo es el siguiente: Plaza del Fresco, calle de Mariano Benlliure, Plaza Mayor, Balborraz, Zapatería, Plaza de Santa Lucía (donde se produce el momento culminante del canto del «Jerusalem, Jerusalem»), Cuesta de San Cipriano, Chimeneas, Doncellas, Moreno, Damas, Hospital, Plaza Santa María la Nueva, Motín de la Trucha, Ronda de Santa María la Nueva, Arco de Doña Urraca, Plaza de la Leña, Ramón Álvarez, Costanilla, Plaza Mayor (por delante de los soportales del Ayuntamiento), Mariano Benlliure y Plaza del Fresco, para retornar finalmente al templo de salida.

Balborraz: la calle de la penitencia

Uno de los momentos más especiales de la procesión tiene lugar en la calle de Balborraz, una de las rúas más antiguas y empinadas de Zamora. El paso del Cristo por esta angosta calle empedrada, con las fachadas de piedra iluminadas únicamente por la luz temblorosa de las teas, crea una atmósfera medieval que transporta a los espectadores varios siglos atrás. Es aquí donde se puede «degustar» la austeridad y la penitencia en su expresión más pura.

Plaza de Santa Lucía: el canto del «Jerusalem, Jerusalem»

Sin duda, el momento cumbre de toda la procesión se produce en la Plaza de Santa Lucía, también conocida como Plaza del Palacio del Cordón. Al llegar la procesión a este espacio, el silencio se hace absoluto y el coro de la hermandad entona el emblemático y sobrecogedor «Jerusalem, Jerusalem», una composición especialmente escrita para esta hermandad por el músico zamorano Miguel Manzano, galardonado con el prestigioso Barandales de Honor en reconocimiento a su aportación a la Semana Santa zamorana.

Este canto, lleno de fervor y significado religioso, resuena en el corazón de todos los presentes, creando una conexión tangible entre la comunidad y la liturgia de la Semana Santa. La atmósfera se transforma en un templo al aire libre donde el canto resuena con fuerza espiritual, mientras el Cristo inclinado permanece inmóvil ante la plaza abarrotada de fieles. Es el instante en que Zamora entera se detiene para escuchar, sentir y conectar con lo sagrado.

A lo largo de todo el recorrido, el coro interpreta otras composiciones gregorianas como «Pater», «Sitio» y «Tenebrae», que junto con el silencio de los cofrades y el crepitar de las antorchas, crean una experiencia sensorial única que va mucho más allá de lo meramente visual.

El Arco de Doña Urraca

Otro momento especialmente evocador tiene lugar al pasar bajo el histórico Arco de Doña Urraca, uno de los elementos arquitectónicos más emblemáticos de la Zamora medieval. El paso del Cristo bajo este arco de piedra, con las luces de las teas reflejándose en las antiguas dovelas, constituye una de las estampas más fotografiadas y recordadas de la noche.

El regreso: el «Vexilla Regis»

Al finalizar el recorrido y entrar de nuevo en la Iglesia de San Vicente Mártir, se produce un momento especialmente emotivo para los hermanos. A puerta cerrada, mientras el Crucificado retorna a su lugar de culto, el coro entona el himno «Vexilla Regis» (Estandartes del Rey) en medio de un silencio sepulcral. Este canto, que puede escucharse desde el exterior del templo, pone el broche final a una procesión que ha sido, de principio a fin, un acto de profunda oración penitencial.

Vida devocional y actos anuales

La actividad de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte no se limita a su procesión del Lunes Santo, sino que mantiene una vida devocional intensa a lo largo de todo el año, especialmente durante el tiempo de Cuaresma.

Vía Crucis previo a la procesión: Todos los años, antes de la salida del desfile procesional del Lunes Santo, la hermandad celebra un Vía Crucis en el interior de la iglesia de San Vicente. Este acto constituye un signo del fervor cristiano ante el Dolor de Cristo y durante el mismo se reza por todas las intenciones de la hermandad, por los hermanos vivos y difuntos, y por las necesidades de la Iglesia.

Solemne Triduo Cuaresmal: En la tercera semana de Cuaresma, la hermandad celebra un Solemne Triduo en honor del Cristo de la Buena Muerte. Durante tres días consecutivos se celebran oficios religiosos con predicación, canto y adoración eucarística, preparando espiritualmente a los hermanos para la vivencia de la Semana Santa. Estos actos refuerzan el compromiso cristiano y la devoción hacia el Cristo titular, manteniendo viva la tradición y el fervor que caracterizan a la cofradía.

Otros actos ordinarios: La Junta de Gobierno organiza además otros actos que considera oportunos a lo largo del año, como asambleas de hermanos, convivencias fraternales, jornadas de formación cristiana y colaboración en actividades caritativas promovidas por la parroquia.

Curiosidades y señas de identidad

La Hermandad del Cristo de la Buena Muerte, a pesar de su relativa juventud en el panorama semanasantero zamorano (con poco más de medio siglo de historia), ha acumulado ya un rico patrimonio de tradiciones, anécdotas y curiosidades que la convierten en una cofradía única.

La imagen más inclinada de España: La particularidad de procesionar el Cristo en plano inclinado es prácticamente única en el panorama procesional español. Si bien existen algunas imágenes que se portan con cierta inclinación, los 30-35 grados que presenta el Cristo de la Buena Muerte son excepcionales y se han convertido en su seña de identidad más reconocible.

Inspiración zurbaranesca: El hábito de la hermandad está directamente inspirado en los monjes que aparecen en los cuadros de Francisco de Zurbarán, especialmente en sus series monásticas de cartujos y franciscanos. Esta referencia pictórica confiere a la procesión una estética cuidadísima que recuerda a las grandes obras del Siglo de Oro español.

El «Jerusalem, Jerusalem» de Miguel Manzano: La composición musical más emblemática de la hermandad fue creada específicamente para ella por Miguel Manzano, uno de los músicos zamoranos más prestigiosos. Su obra ha trascendido el ámbito local y es reconocida como una de las piezas corales más hermosas de la Semana Santa española. Manzano también compuso para otras cofradías zamoranas obras como el «Crux Fidelis» y el «Christus Factus Est» para la Hermandad del Espíritu Santo, consolidándose como el compositor que más ha enriquecido musicalmente la Pasión zamorana contemporánea.

Hermandad de jóvenes que envejecen juntos: Fundada por un grupo de jóvenes en 1974, muchos de aquellos fundadores continúan hoy formando parte activa de la hermandad, creando un tejido generacional único. Al mismo tiempo, nuevas generaciones se han ido incorporando, garantizando la continuidad y el rejuvenecimiento constante de la cofradía.

El silencio como protagonista: A diferencia de muchas otras procesiones que cuentan con acompañamiento musical de bandas, la procesión de la Buena Muerte transcurre mayoritariamente en absoluto silencio, roto únicamente por el canto del coro en momentos puntuales. Este silencio, unido al sonido de las sandalias sobre el empedrado y al crepitar ocasional de las teas, crea una atmósfera de recogimiento místico difícilmente igualable.

Colaboración con el Espíritu Santo: Las relaciones fraternales con la Hermandad del Espíritu Santo, fundada también en 1974, han sido siempre muy estrechas. Ambas cofradías comparten una visión renovadora de la Semana Santa zamorana y han colaborado en diversos actos conjuntos a lo largo de su historia.

50 aniversario en 2024: La hermandad celebró en 2024 su medio siglo de existencia, un aniversario que fue conmemorado con especial solemnidad y que sirvió para reafirmar los valores fundacionales de austeridad, silencio y recogimiento penitencial.

Guía práctica para el visitante

Alojamiento: Zamora dispone de una variada oferta hotelera para todos los presupuestos. En el casco histórico, cerca de San Vicente Mártir, encontrarás opciones como el Parador de Zamora (en un palacio del siglo XV), el Hotel NH Palacio del Duero, el AC Hotel Zamora o el céntrico Hotel Horus. Para presupuestos más ajustados, existen hostales y pensiones bien situadas que permiten desplazarse a pie por toda la ciudad monumental.

Cómo llegar a Zamora: La ciudad está perfectamente comunicada por carretera a través de la A-66 (Autovía de la Plata) que conecta con el norte y sur de España, y la A-6 que enlaza con Madrid. La estación de autobuses ofrece conexiones regulares con las principales ciudades. El tren de Media Distancia conecta Zamora con importantes núcleos urbanos. Para quienes lleguen en vehículo particular, existen aparcamientos públicos cercanos al centro histórico.

Mejores ubicaciones para presenciar la procesión: Dado el carácter nocturno y recogido de esta procesión, cualquier punto del estrecho recorrido por el casco antiguo resulta adecuado. Sin embargo, hay tres lugares especialmente recomendables: la Plaza de Santa Lucía para vivir el momento cumbre del «Jerusalem, Jerusalem» (se recomienda llegar con bastante antelación para conseguir sitio); la calle de Balborraz para experimentar la atmósfera más penitencial y austera; y el Arco de Doña Urraca para contemplar una de las estampas más evocadoras. La salida desde San Vicente Mártir y el posterior regreso también son momentos muy emotivos, especialmente este último cuando se entona el «Vexilla Regis».

Vestimenta y recomendaciones: Al tratarse de una procesión nocturna que se celebra en plena noche del Lunes Santo, es imprescindible llevar ropa de abrigo, ya que las temperaturas pueden ser muy bajas, especialmente en las calles estrechas donde no da el sol. Calzado cómodo es fundamental si deseas seguir la procesión o moverte entre diferentes puntos del recorrido. Muy importante: mantén una actitud de respeto y silencio absoluto, especialmente durante los momentos de canto del coro. Esta procesión se vive desde el recogimiento interior.

Gastronomía zamorana: Aprovecha tu estancia en Zamora para degustar su rica gastronomía. Son imprescindibles el bacalao a la tranca, el arroz a la zamorana, las mollejas (especialidad local), el pulpo a la sanabresa, los embutidos ibéricos y los excelentes quesos de la provincia. En Semana Santa, no te pierdas las tradicionales torrijas. Restaurantes recomendados en el centro histórico: El Rincón de Antonio, Serafín, La Rúa, Puerta Nueva o La Vaguada.

Patrimonio complementario: Zamora es conocida como «la ciudad del románico», con más de veinte templos románicos que constituyen uno de los conjuntos más importantes de Europa. Imprescindibles: la Catedral con su singular cimborrio bizantino, las iglesias de Santa María Magdalena (con su torre del gallo), San Cipriano, San Juan, La Magdalena y, por supuesto, San Vicente Mártir con su magnífica torre. El Castillo, las murallas medievales, el Puente de Piedra sobre el Duero y el conjunto de palacios y casas señoriales completan una oferta cultural de primer nivel.

Preguntas frecuentes

¿Cuándo realiza su procesión la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte?
La hermandad procesiona en la noche del Lunes Santo, comenzando a las doce de la noche (medianoche) desde la Iglesia de San Vicente Mártir. La procesión se prolonga hasta aproximadamente las dos de la madrugada, siendo una de las más nocturnas de la Semana Santa zamorana.

¿Quién compuso el famoso «Jerusalem, Jerusalem» que se canta en la procesión?
La composición «Jerusalem, Jerusalem» fue creada específicamente para esta hermandad por el músico zamorano Miguel Manzano, quien ha sido galardonado con el Barandales de Honor en reconocimiento a su aportación musical a la Semana Santa de Zamora. Manzano también ha compuesto otras piezas emblemáticas como el «Crux Fidelis» para la Hermandad del Espíritu Santo.

¿Qué tiene de especial la forma en que procesiona el Cristo?
El Cristo de la Buena Muerte es la única imagen de Zamora que procesiona inclinada. No va sobre una mesa procesional tradicional, sino sobre unas andas sencillas con una inclinación de entre 30 y 35 grados, portadas por ocho hermanos. Esta particularidad hace que la imagen sea inmediatamente reconocible y añade una dimensión única a su presencia procesional.

¿Quién es el autor del Cristo de la Buena Muerte?
La autoría de la talla no está completamente determinada. Se atribuye tradicionalmente al escultor zamorano Juan Ruiz de Zumeta, que trabajó a finales del siglo XVI, aunque también se ha mencionado a Gaspar Becerra e incluso a otros maestros de mayor categoría. Lo que sí está claro es que se trata de una obra de gran calidad artística datada en el último tercio del siglo XVI.

¿Por qué los hermanos visten de blanco y con sandalias?
El hábito monacal blanco con cogulla está directamente inspirado en los monjes que aparecen en los cuadros del pintor barroco Francisco de Zurbarán y en los murales del Monasterio de la Rábida. Las sandalias franciscanas simbolizan la humildad y el desprendimiento material, elementos fundamentales del espíritu penitencial de la hermandad.

¿Dónde está el mejor lugar para ver la procesión?
El momento culminante se vive en la Plaza de Santa Lucía, donde el coro entona el «Jerusalem, Jerusalem». Otros lugares destacados son la calle de Balborraz por su ambiente austero y medieval, y el paso bajo el Arco de Doña Urraca. La salida desde San Vicente y el regreso con el canto del «Vexilla Regis» también son momentos muy especiales.

¿Se puede visitar el Cristo fuera de la Semana Santa?
Sí, el Cristo de la Buena Muerte recibe culto durante todo el año en la Iglesia de San Vicente Mártir, ubicada cerca de la Plaza Mayor. El templo mantiene horarios de apertura regulares y merece la pena visitarlo no solo por el Cristo, sino también por su arquitectura románica y sus valiosas obras de arte.

¿Cuántos hermanos forman parte de la hermandad?
La hermandad cuenta actualmente con aproximadamente quinientos miembros, un número que se ha mantenido relativamente estable a lo largo de las últimas décadas, reflejando el carácter selecto y comprometido de esta cofradía.

¿Qué otros cantos se interpretan además del «Jerusalem, Jerusalem»?
A lo largo del recorrido, el coro de la hermandad interpreta diversas composiciones de música vocal sacra, especialmente cantos gregorianos como «Pater», «Sitio» y «Tenebrae». Al finalizar la procesión, dentro ya del templo, se entona el himno «Vexilla Regis» (Estandartes del Rey).

¿Es una procesión silenciosa?
Sí, la procesión transcurre mayoritariamente en absoluto silencio, roto únicamente por los cantos del coro en momentos puntuales. Este silencio, junto con la luz de las teas y el sonido de las sandalias sobre el empedrado, crea una atmósfera de recogimiento místico que es una de las señas de identidad de la hermandad.

¿Puedo hacerme hermano de la Cofradía?
Sí, la hermandad está abierta a nuevos miembros que deseen compartir su espíritu de austeridad y penitencia. Para más información sobre el ingreso, se puede contactar directamente con la hermandad a través de la parroquia de San Vicente Mártir o acudiendo a la sede en los horarios establecidos.

Enlaces de interés

Cofradías

Cofradía de Jesús del Vía Crucis

La Cofradía de Jesús del Vía Crucis constituye una de las hermandades más emblemáticas y queridas de la Semana Santa ...

Cofradía de Jesús Nazareno

La Cofradía de Jesús Nazareno, popularmente conocida como "La Congregación", constituye una de las hermandades más emblemáticas y numerosas de ...

Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia

La Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia representa una de las instituciones más antiguas, venerables y emblemáticas ...

Cofradía de la Santísima Resurrección

La Cofradía de la Santísima Resurrección representa el momento culminante y más jubiloso de la Semana Santa de Zamora. Su ...

Cofradía de la Virgen de la Esperanza

La Cofradía de la Virgen de la Esperanza representa uno de los capítulos más emotivos y particulares de la Semana ...

Hermandad de Jesús en su Tercera Caída

La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída constituye una de las cofradías más emblemáticas y queridas de la Semana ...

Hermandad Penitencial de las Siete Palabras

La Hermandad Penitencial de las Siete Palabras representa uno de los capítulos más recientes y renovadores de la Semana Santa ...

Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida

La Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida constituye una de las instituciones más jóvenes y singulares de ...

Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte representa una de las cofradías más sobrias y austeras de ...

Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo, conocida popularmente como la procesión de las Capas Pardas, representa uno de ...

Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo

La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo representa una de las expresiones más austeras, medievales y genuinas de ...

Penitente Hermandad de Jesús Yacente

La Penitente Hermandad de Jesús Yacente constituye una de las cofradías más sobrecogedoras y emocionantes de la Semana Santa de ...

Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén

La Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, conocida cariñosamente por todos los zamoranos como "La Borriquita", ...

Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias

La Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias representa una de las instituciones más antiguas y veneradas de la ...

Real Cofradía del Santo Entierro

La Real Cofradía del Santo Entierro representa una de las instituciones cofradieras más emblemáticas y solemnes de la Semana Santa ...

Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias

La Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias, conocida popularmente como la Cofradía del Silencio, representa uno de los ...

Sección de Damas de la Virgen de la Soledad

La Sección de Damas de la Virgen de la Soledad representa una de las expresiones de devoción femenina más conmovedoras ...