Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia

La Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia representa una de las instituciones más antiguas, venerables y emblemáticas de la Semana Santa de Zamora. Con el primer documento escrito que data de 1508, aunque la tradición oral la sitúa en épocas aún más remotas, esta cofradía ha ejercido durante siglos un papel protagonista en la vida religiosa y social zamorana. Sus aproximadamente 2.500 hermanos, ataviados con túnicas de terciopelo morado, protagonizan cada Jueves Santo una de las procesiones más completas, solemnes y multitudinarias de toda la Semana Santa española.

La razón de ser de esta cofradía es rememorar los sufrimientos de Jesucristo para salvar a los hombres, recordando especialmente su Pasión mediante actos de penitencia pública. En sus orígenes, los cofrades practicaban la disciplina, azotándose públicamente por las crueles flagelaciones que Cristo padeció. Hoy, aunque estas prácticas penitenciales han desaparecido, la cofradía mantiene intacto su espíritu de expiación y su profunda devoción hacia la Cruz.

Orígenes históricos y evolución

La Cofradía de la Santa Vera Cruz ostenta el privilegio de ser considerada la cofradía penitencial más antigua documentada de Zamora. El primer testimonio escrito sobre su existencia data de 1508, aunque la tradición oral en la ciudad la proclama aún más antigua. Esta antigüedad se evidencia en la precedencia que ejerció durante siglos en la procesión del Corpus Christi, donde se colocaba en el lugar más destacado de todas las cofradías de legos que participaban en el cortejo eucarístico.

Como típica cofradía penitencial de disciplina, su acto principal consistía en una procesión en la que los cofrades derramaban sangre en recuerdo de los crueles azotes que el Hijo de Dios padeció durante su Pasión. Esta práctica de la flagelación pública, característica de las hermandades de disciplina surgidas en la Baja Edad Media, fue paulatinamente desapareciendo hasta quedar proscrita definitivamente en el siglo XIX.

Durante el Antiguo Régimen, la Vera Cruz acrecentó su patrimonio mediante legados testamentarios y donaciones piadosas, absorbiendo otras cofradías menores como las de San Benito y San Bartolomé, San Gabriel y Nuestra Señora de la Piedad. Estas fusiones fueron habituales en las cofradías históricas como mecanismo para sobrevivir a períodos de crisis o para aumentar su capacidad económica y devocional.

La cofradía estableció inicialmente su sede en el Convento de San Francisco, alternando después con el Convento de Santo Domingo, desde cuyos claustros salía procesionalmente. En 1810, como consecuencia de la invasión napoleónica y la posterior desamortización de bienes eclesiásticos, la cofradía se trasladó a su sede actual: la Iglesia de San Juan Bautista, situada en pleno corazón de Zamora, junto a la Plaza Mayor. En la Capilla de San Miguel de este templo instaló sus primitivos pasos procesionales.

A lo largo del siglo XX, la cofradía experimentó altibajos significativos. Durante las décadas de 1950 y 1960 sufrió una importante crisis que se manifestó en el descenso del número de cofrades, la eliminación temporal del porte de pasos a hombros (sustituyéndolos por ruedas) y la aprobación del uso de túnicas de raso en lugar del preceptivo terciopelo morado. Sin embargo, en los últimos cuarenta años la tendencia se ha invertido espectacularmente: la cofradía ha visto aumentar su censo de hermanos hasta los 2.500 actuales, ha recuperado el esplendor de sus procesiones, los pasos han vuelto a portarse a hombros, se han eliminado las túnicas de raso, se ha acondicionado una capilla específica para Jesús Nazareno y se ha reorganizado solemnemente la festividad de la Exaltación de la Cruz.

Iglesia sede

La Iglesia de San Juan Bautista, también conocida como San Juan de Puerta Nueva, constituye la sede espiritual de la Cofradía desde 1810. Este templo, situado en una ubicación privilegiada junto a la Plaza Mayor zamorana, sirve como punto de referencia para los cofrades y acoge durante todo el año la imagen titular: Jesús Nazareno.

Indumentaria distintiva

Los hermanos de la Vera Cruz lucen uno de los hábitos más característicos y reconocibles de la Semana Santa zamorana. La vestimenta está compuesta por túnica y caperuz de terciopelo morado, tejido noble que denota la antigüedad y el rango histórico de la cofradía. El morado, color litúrgico de la penitencia y el luto, ha sido desde tiempos inmemoriales el distintivo de esta institución.

La túnica se ciñe con un cíngulo de color amarillo dorado, elemento que contrasta cromáticamente con el morado y aporta un toque de dignidad al conjunto. Sobre el pecho, los hermanos portan una cruz dorada, símbolo cristiano por excelencia y seña de identidad de la cofradía.

Durante la procesión, cada cofrade porta una vara de madera rematada con cruz y sudario dorados. Esta vara, además de servir como elemento identificativo y ordenador del cortejo, recuerda simbólicamente el bastón de peregrino y la condición de caminante del cristiano hacia la Cruz salvadora.

La recuperación del uso exclusivo del terciopelo en las túnicas, tras el paréntesis de las décadas de crisis en que se permitió el raso, ha sido uno de los logros más significativos de la revitalización de la cofradía en las últimas décadas. El terciopelo, material costoso y de gran calidad, requiere un mantenimiento cuidadoso pero confiere a la procesión una solemnidad y una prestancia visual incomparables.

Patrimonio escultórico: once pasos de la Pasión

La Cofradía de la Santa Vera Cruz cuenta con un extraordinario conjunto de once pasos procesionales que constituyen una de las representaciones más completas de la Pasión de Cristo en la imaginería española. Este patrimonio se ha ido configurando principalmente entre los siglos XIX y XX, con algunas piezas anteriores y otras más recientes.

La Santa Cruz (Julio Gómez Sismo, 1918): Paso insignia de la cofradía, se trata de una cruz de madera tallada elevada sobre un pedestal decorado con los símbolos de la Pasión recortados en metal niquelado. De ella pende un sudario bordado en oro donde se repite la misma simbología. Esta pieza no solo representa el título de la cofradía, sino que es el símbolo cristiano por excelencia en el que la institución quiere reflejarse. Abre el desfile procesional cada Jueves Santo.

El Lavatorio de los Pies (Higinio Vázquez, 2001): Este grupo escultórico de cuatro figuras de elevado canon representa el momento en que Jesús, arrodillado y ciñendo una toalla, procede a lavar los pies a su discípulo Pedro, que sentado en un escabel con los pies desnudos hace ademán de negarse. Dos apóstoles contemplan la escena. Es el paso más reciente del conjunto y fue añadido para completar la iconografía de los episodios del Jueves Santo.

La Santa Cena (Fernando Mayoral Dorado, 1991): Notable grupo escultórico de grandes dimensiones que representa la Última Cena. Compuesto por Jesucristo, los doce apóstoles y un perro (elemento simbólico frecuente en las representaciones de este misterio), es la tercera versión que ha tenido la cofradía de este pasaje evangélico.

La Oración en el Huerto (Juan Sánchez Guerra, 1691): Grupo barroco de gran calidad que representa el momento en que Jesús, arrodillado en actitud orante en el Monte de los Olivos, es confortado por un ángel venido del cielo. El ángel, situado entre las ramas de los olivos que representan el lugar, porta en sus manos un cáliz y una cruz. Es una de las piezas más antiguas del conjunto.

El Prendimiento de Jesús (Miguel Torija, 1897): Magnífico conjunto escultórico de cinco figuras con composición piramidal. En lo más alto, Jesús recibe el beso traidor de Judas, mientras un soldado romano se dispone a prenderle. San Pedro corta la oreja al criado del pontífice Malco en un gesto de defensa de su Maestro. El escultor zamorano Miguel Torija supo captar magistralmente el dramatismo de este momento decisivo de la Pasión.

La Flagelación: Paso que representa el momento en que Cristo, atado a una columna, es azotado por los sayones. Esta escena era especialmente significativa para las cofradías de disciplina como la Vera Cruz, ya que los cofrades imitaban en sus propias carnes los sufrimientos de Cristo mediante la flagelación pública.

Coronación de Espinas (Higinio Vázquez, 1999): Grupo escultórico que muestra a Jesús maniatado y sentado en el Pretorio. Un sayón le hace burla ofreciéndole una caña como cetro burlesco, mientras otro coloca sobre su cabeza la corona de espinas. Contemplan la escena un miembro del Sanedrín, vestido a la usanza judía, y un centurión romano, representando respectivamente el poder religioso y político que condenó a Cristo.

Ecce Homo (atribuido a Gil de Ronza, siglo XVI): Representa a Jesús vestido con el manto de púrpura y la corona de espinas, en el momento en que Pilato lo presenta al pueblo con las palabras «Ecce Homo» (He aquí el hombre). Si la atribución a Gil de Ronza fuera correcta, estaríamos ante una de las piezas renacentistas más valiosas de la cofradía.

La Sentencia (Ramón Núñez Fernández, 1926): Paso que representa el momento dramático en que Poncio Pilato se lava las manos, desentendién dose de la condena de Cristo, sin parecer escuchar al sumo sacerdote que incita a su ejecución. El escultor zamorano Ramón Núñez, autor también de otros pasos de la Semana Santa local, supo plasmar la cobardía del procurador romano.

Jesús Nazareno (Anónimo, siglos XVII-XVIII): Imagen titular de la cofradía que recibe culto en la Iglesia de San Juan. También conocido como Nazareno de la Vera Cruz o Nazareno de San Miguel, se trata de una talla de vestir que representa a Jesús cargando con la cruz camino del Calvario. Porta una magnífica túnica de terciopelo morado bordada en oro, obra de las Hermanas Adoratrices en 1957. La imagen goza de gran devoción popular y ha sido objeto de múltiples restauraciones a lo largo de su historia.

Virgen Dolorosa (Ricardo Segundo García Pérez, 1942): Cierra el cortejo procesional la imagen de María en actitud implorante, representando a la Madre en su dolor por la Pasión del Hijo. El escultor zamorano Ricardo Segundo creó esta talla que sustitu yó a una anterior. La imagen recibe culto en la Iglesia de San Andrés y ha sido recientemente restaurada y puesta de nuevo al culto público.

Procesión del Jueves Santo

La procesión de la Santa Vera Cruz constituye uno de los momentos culminantes de la Semana Santa zamorana. Se celebra durante toda la tarde del Jueves Santo, presentando una representación iconográfica completa de los misterios de la Pasión de Cristo.

El desfile comienza a las 16:30 horas desde el Museo de Semana Santa (actualmente en reconstrucción, por lo que la salida se efectúa desde la Iglesia de San Andrés). Los hermanos se distribuyen en dos filas ordenadas entre las cuales discurren los once pasos procesionales. Entre los pasos se intercalan bandas de música, pendones, pendonillas, banderines y la bandera oficial de la cofradía. Abre el cortejo el Barandales, insignia de honor, y la Banda de Cornetas y Tambores «Ciudad de Zamora».

El itinerario procesional discurre por el corazón histórico de la ciudad: Calle San Andrés, Calle San Atilano, Plaza de la Constitución, Calle Santa Clara, Plaza Sagasta, Calle Renova, Plaza Mayor (por el centro), Plaza Juan Nicasio Gallego, Plaza de San Miguel, Calle Ramos Carrión, Plaza de Viriato, Rúa de los Francos, Plaza de los Ciento, Rúa de los Notarios hasta llegar a la Plaza de la Catedral.

En el atrio de la Catedral tiene lugar uno de los momentos más característicos y singulares de toda la Semana Santa española. La procesión realiza una estación de aproximadamente 20 minutos, en recuerdo de cuando antiguamente entraba en el interior del templo para adorar al Santísimo Sacramento. Durante esta parada, mientras algunos cofrades acceden devotamente al atrio catedralicio, otros se reúnen con sus familias para compartir la tradicional merienda.

Esta merienda de las aceitadas es una de las tradiciones más queridas y peculiares de la Semana Santa zamorana. Cofrades y familiares se sientan en el suelo del atrio o en sus alrededores para reponer fuerzas comiendo aceitadas, dulce típico de estas fechas elaborado con masa de pan, huevo y azúcar, que se acompaña con vino o chocolate. Este momento de convivencia familiar y fraternal, único en el panorama procesional español, refleja el arraigo social de la cofradía y convierte la procesión en un auténtico acontecimiento comunitario.

Tras la merienda, ya con la tarde avanzada, la procesión emprende el regreso por la Plaza de la Catedral, Rúa de los Notarios, Plaza de los Ciento, Rúa de los Francos, Plaza de Viriato, Calle Ramos Carrión, Plaza Mayor, Calle San Andrés y Cuesta del Piñedo hasta regresar a la Iglesia de San Andrés sobre las 22:30 horas.

El regreso nocturno, con los pasos ya iluminados por la luz artificial y las velas, crea una atmósfera completamente diferente a la de la salida vespertina. Los juegos de luces y sombras sobre las tallas, el cansancio visible en el rostro de los cargadores tras horas de esfuerzo y el recogimiento de los últimos momentos confieren a la vuelta un carácter especialmente emotivo.

Celebración de la Exaltación de la Cruz

Además de la procesión del Jueves Santo, la Cofradía de la Vera Cruz celebra cada 14 de septiembre la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz. Desde su fundación, esta fue la fiesta principal de la institución, celebrada originalmente el 3 de mayo (festividad de la Invención de la Cruz) y posteriormente trasladada a septiembre.

Esta celebración llegó a perderse durante décadas, no reapareciendo hasta 1986 gracias al esfuerzo revitalizador de la cofradía. Actualmente consiste en una sencilla pero solemne procesión en la que únicamente sale el paso insignia, La Santa Cruz, acompañada por los hermanos portando sus varas corporativas.

Durante el breve recorrido, la procesión hace una parada en la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva, sede espiritual de la cofradía, donde se oficia una Santa Misa con sermón. Al término de la eucaristía, la Santa Cruz regresa procesionalmente al Museo de Semana Santa (o al lugar donde esté custodiada), cerrándose así el ciclo anual de actividades procesionales de la institución.

Recomendaciones para vivir la procesión

Si deseas experimentar la grandiosidad de la procesión de la Vera Cruz y sumergirte en una de las manifestaciones más completas de la Semana Santa española, ten en cuenta las siguientes sugerencias prácticas.

Cuándo acudir: La procesión tiene lugar el Jueves Santo por la tarde, comenzando a las 16:30 horas. Al tratarse de un desfile de larga duración (unas seis horas), tienes múltiples oportunidades para contemplarla en diferentes momentos y lugares.

Mejores ubicaciones: La Plaza Mayor permite ver la salida con comodidad. La Plaza de Viriato y las rúas del casco antiguo (Rúa de los Francos, Rúa de los Notarios) ofrecen el marco medieval perfecto para contemplar el paso de los once grupos escultóricos. Sin embargo, el lugar imprescindible es la Plaza de la Catedral, especialmente en el momento de la merienda, experiencia única e irrepetible que no encontrarás en ninguna otra Semana Santa. Para el regreso nocturno, cualquier punto del recorrido permite disfrutar de la belleza de los pasos iluminados.

Vestimenta y calzado: Abril en Zamora puede presentar temperaturas variables. Lleva ropa cómoda y por capas. Si piensas seguir la procesión durante parte de su recorrido, el calzado cómodo es fundamental.

La merienda tradicional: Si deseas participar de la tradición, puedes adquirir aceitadas en las pastelerías zamoranas durante los días previos. Muchas familias locales llevan sus propias cestas con merienda y buscan un lugar en el atrio de la Catedral o sus alrededores. Es un momento de gran convivencia y alegría en medio de la solemnidad procesional.

Alojamiento: El Jueves Santo es uno de los días de mayor afluencia turística en Zamora. Conviene reservar alojamiento con varios meses de antelación. La oferta hotelera de la ciudad incluye desde el histórico Parador de Zamora hasta hostales y pensiones económicas en el casco antiguo.

Gastronomía: Aprovecha tu estancia para degustar la cocina zamorana. El bacalao a la tranca, las mollejas, el arroz a la zamorana y los quesos de oveja son imprescindibles. Los vinos de Toro y Arribes complementan perfectamente estos platos. Durante la Semana Santa, las roscas y los dulces conventuales adquieren especial relevancia.

Otros atractivos: Zamora atesora un patrimonio románico excepcional. La Catedral, con su cúpula bizantina, es visita obligada. Iglesias como Santa María Magdalena, San Cipriano, San Claudio de Olivares o Santiago del Burgo completan una ruta por el mejor románico urbano de España. El Castillo, las murallas y el Museo de Semana Santa (cuando reabra) son también imprescindibles.

Preguntas comunes

¿Cuándo fue fundada la Cofradía de la Vera Cruz?

El primer documento escrito conservado data de 1508, aunque la tradición oral zamorana la considera aún más antigua, posiblemente remontándose al siglo XIV. Su antigüedad se evidencia en la precedencia que ejerció durante siglos en la procesión del Corpus Christi.

¿Por qué se llama «Disciplina y Penitencia»?

Porque originalmente era una cofradía de disciplina, es decir, sus miembros practicaban la flagelación pública como acto penitencial durante las procesiones. Los cofrades se azotaban derramando sangre en recuerdo de los sufrimientos de Cristo. Esta práctica desapareció progresivamente hasta quedar proscrita en el siglo XIX.

¿Cuántos hermanos tiene actualmente la cofradía?

La Cofradía de la Vera Cruz cuenta actualmente con aproximadamente 2.500 hermanos, lo que la convierte en una de las cofradías más numerosas de Zamora. Este crecimiento es especialmente significativo tras la crisis vivida en las décadas de 1950 y 1960.

¿Qué es la tradición de la merienda en la Catedral?

Durante la estación en el atrio de la Catedral, cofrades y familias se reúnen para compartir una merienda tradicional, siendo las aceitadas (dulce típico de Semana Santa) el alimento más característico. Esta costumbre, única en la Semana Santa española, convierte la procesión en un acontecimiento de profunda convivencia social y familiar.

¿Cuál es la imagen titular de la cofradía?

Jesús Nazareno, talla anónima de los siglos XVII-XVIII que recibe culto en la Iglesia de San Juan Bautista. Representa a Cristo camino del Calvario cargando con la cruz y viste una magnífica túnica de terciopelo morado bordada en oro.

¿Dónde están los pasos de la Vera Cruz durante el año?

La mayoría de los once pasos se custodian en el Museo de Semana Santa de Zamora (actualmente en reconstrucción). Solo el Nazareno y la Virgen Dolorosa permanecen en sus iglesias de origen: San Juan y San Andrés respectivamente.

¿Cuánto dura la procesión del Jueves Santo?

La procesión comienza a las 16:30 horas y finaliza sobre las 22:30 horas, durando aproximadamente seis horas. Este largo recorrido incluye la tradicional parada para la merienda en el atrio de la Catedral.

¿Pueden las mujeres pertenecer a la cofradía?

Sí, la Cofradía de la Vera Cruz es mixta y acepta tanto hombres como mujeres como hermanos de pleno derecho. La incorporación de la mujer en igualdad de condiciones es relativamente reciente y forma parte del proceso de modernización y apertura de la institución.

¿Qué otros actos realiza la cofradía además del Jueves Santo?

La cofradía celebra cada 14 de septiembre la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz con una procesión desde la iglesia de San Juan. Actualmente también desarrolla labores de acción social y solidaridad en colaboración con Cáritas Diocesana.

¿Por qué los hermanos visten de morado?

El morado es el color litúrgico de la penitencia y el luto en la tradición católica. Las túnicas y caperuz de terciopelo morado han sido desde tiempos inmemoriales el distintivo de esta cofradía, siendo recuperado su uso exclusivo tras permitirse temporalmente el raso durante las décadas de crisis.

Enlaces de referencia

• Web oficial de la Cofradía de la Santa Vera Cruz
• Junta Pro Semana Santa de Zamora
• Ayuntamiento de Zamora
• Catedral de Zamora
• Turismo Castilla y León
• Patronato Provincial de Turismo de Zamora

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