Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
La Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, conocida cariñosamente por todos los zamoranos como «La Borriquita», representa uno de los momentos más emotivos y alegres de la Semana Santa de Zamora. Esta hermandad, que desfila cada Domingo de Ramos por las calles de la ciudad del Duero, tiene el honor de inaugurar oficialmente la Semana de Pasión zamorana con una procesión de marcado carácter familiar y festivo. Fundada oficialmente en 1948, aunque sus raíces podrían remontarse hasta la Edad Media, esta cofradía destaca por su protagonismo infantil y por mantener viva una tradición que conecta generaciones enteras de zamoranos con sus primeros recuerdos de la Semana Santa.

Contenido
- 1 Raíces históricas
- 2 Templo de partida
- 3 Indumentaria y distintivos
- 4 Escultura procesional
- 5 Itinerario procesional del Domingo de Ramos
- 6 Vida cofrade a lo largo del año
- 7 Singularidades de La Borriquita
- 8 Consejos prácticos
- 9 Preguntas habituales
- 10 Enlaces de interés
- 11 Cofradías
- 11.0.1 Cofradía de Jesús del Vía Crucis
- 11.0.2 Cofradía de Jesús Nazareno
- 11.0.3 Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
- 11.0.4 Cofradía de la Santísima Resurrección
- 11.0.5 Cofradía de la Virgen de la Esperanza
- 11.0.6 Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
- 11.0.7 Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
- 11.0.8 Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
- 11.0.9 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
- 11.0.10 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
- 11.0.11 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
- 11.0.12 Penitente Hermandad de Jesús Yacente
- 11.0.13 Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
- 11.0.14 Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
- 11.0.15 Real Cofradía del Santo Entierro
- 11.0.16 Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
- 11.0.17 Sección de Damas de la Virgen de la Soledad
Raíces históricas
Los orígenes de la procesión de La Borriquita en Zamora se adentran en la historia medieval de la ciudad. Según investigaciones recientes, esta tradición podría remontarse hasta la segunda mitad del siglo XIII, época en la que el obispo y el cabildo catedralicio organizaban una procesión litúrgica la mañana del Domingo de Ramos junto a la Puerta del Mercadillo y en las inmediaciones del Castillo zamorano. Durante aquella época, el recorrido partía de la Iglesia de San Marcos, y los monaguillos cantaban el «Laus Deus» mientras representaban la entrada de Jesús en Jerusalén. Este día, la entrada y salida por la Puerta del Mercadillo era libre para facilitar que los fieles pudieran asistir a la procesión.
Con el transcurso de los siglos, esta tradición fue adoptada por la Venerable Orden Tercera de Nuestro Padre San Francisco, que mantuvo la procesión durante la Edad Moderna y buena parte de la Edad Contemporánea. Los franciscanos celebraban esta procesión de cordón primero con un santo Ecce Homo y después, a principios del siglo XIX, incorporaron un grupo escultórico que representaba la entrada de Jesús en Jerusalén montado en una pollina. Este modesto conjunto escultórico, realizado en los primeros años del ochocientos, desfiló durante décadas por las calles zamoranas, permitiendo que participaran todos los niños que lo desearan, sin ninguna limitación. Una curiosidad de aquella época era que la palma que portaba la imagen de Jesús era la misma que había utilizado el Obispo en la celebración litúrgica de la mañana.
La procesión franciscana se mantuvo con diversas vicisitudes hasta 1948, año en que se produjo un punto de inflexión definitivo. El 15 de octubre de 1948, un grupo de devotos zamoranos fundó oficialmente la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, asumiendo la responsabilidad de organizar y dar continuidad a esta tradición centenaria. Entre los fundadores destacaron personalidades como D. Jesús Esbec Didona, D. Francisco Díaz Matos, D. Dionisio Alba Marcos, D. Manuel Rafael Calvo, D. Luis Pinilla Olea, D. Tomás Gómez Almaraz y D. Gerardo Prieto Madrigal, quienes, conscientes del valor patrimonial y espiritual de esta procesión, decidieron institucionalizarla bajo el amparo cofrade.
La primera procesión de la nueva cofradía se realizó en 1949, desfilando todavía con el antiguo paso del siglo XIX. Sin embargo, la directiva era consciente de que necesitaban una obra de mayor envergadura y calidad artística que estuviera a la altura de la importancia de la celebración. Inmediatamente se puso en marcha un concurso para encargar un nuevo grupo escultórico que representara dignamente la entrada triunfal de Cristo en la Ciudad Santa.
Templo de partida
La Iglesia de Santa María la Nueva constituye el punto de partida tradicional de la procesión de La Borriquita. Este magnífico templo románico, situado en la Plaza de Santa María la Nueva, en pleno límite oriental del casco histórico de Zamora, es uno de los edificios religiosos más emblemáticos de la ciudad. Construida originalmente en el siglo XII bajo la advocación de San Román, la iglesia fue víctima del célebre Motín de la Trucha de 1158, cuando el pueblo zamorano, enfrentado a la nobleza por cuestiones del mercado, incendió el templo con los nobles reunidos en su interior.
Indumentaria y distintivos
El hábito de la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén presenta una estética que evoca directamente los tiempos bíblicos y la festividad propia del Domingo de Ramos. Los aproximadamente 150 cofrades organizadores de la procesión visten túnica de raso blanco con botonadura, complementada con caperuz, faja y capa de color púrpura. Esta combinación cromática de blanco y morado recrea el ambiente de júbilo y expectación que rodeó la entrada de Jesús en Jerusalén, cuando la multitud le aclamaba como el Mesías esperado.
El color blanco de la túnica simboliza la pureza y la alegría del momento, mientras que el púrpura de la capa evoca tanto la realeza de Cristo como el preludio de su Pasión, estableciendo un puente simbólico entre el triunfo del Domingo de Ramos y el sufrimiento de la Semana que se avecina. Este contraste cromático confiere una particular belleza visual al conjunto procesional, distinguiendo claramente a La Borriquita de otras cofradías zamoranas.
Uno de los aspectos más entrañables de esta procesión es la participación de niños ataviados con túnicas que recrean vestimentas hebraicas. Algunos pequeños visten túnicas de raso blanco con turbantes de colores diferenciados: fajas azules para las niñas y de color púrpura para los niños. Estos pequeños cofrades, que representan al pueblo de Jerusalén que salió a recibir a Jesús, aportan una nota de ternura y autenticidad histórica al desfile.
Sin embargo, el verdadero protagonismo recae en los cientos o miles de niños y niñas que participan vestidos de calle, generalmente acompañados por sus padres, abuelos y familiares, portando en sus manos palmas o ramos de olivo y laurel. Esta participación masiva e inclusiva convierte la procesión de La Borriquita en un acontecimiento genuinamente popular y familiar, donde la Semana Santa se transmite de generación en generación de la forma más natural y emotiva posible.
Escultura procesional
El grupo escultórico de La Borriquita constituye una de las aportaciones más valiosas a la imaginería procesional zamorana del siglo XX. Tras la fundación de la cofradía en 1948, la directiva decidió encargar por concurso un nuevo paso que sustituyera al modesto conjunto decimonónico que había procesionado durante décadas. El escultor elegido fue Florentino Trapero Ballesteros (1893-1977), un imaginero segoviano de extraordinario talento que por aquellas fechas se estaba labrando una sólida reputación gracias a sus trabajos de restauración en la Catedral de Sigüenza.
La elección de Trapero resultó ser un acierto absoluto. El 8 de marzo de 1949, el escultor presentó la maqueta del grupo escultórico en casa de don Bernardo Amigo, ante los miembros de la junta directiva. La maqueta fue recibida con entusiasmo unánime por la ejecución perfecta, la acertada distribución de las figuras y, sobre todo, por su ingeniosa originalidad. Trapero había comprendido perfectamente el espíritu que debía transmitir la escena: alegría, movimiento, naturalidad y cercanía.
El grupo escultórico se realizó entre 1949 y 1950, tallado en madera de pino de Soria. La obra fue financiada generosamente por el político zamorano Carlos Pinilla Turiño, subsecretario del Ministerio de Trabajo durante el periodo en que José Antonio Girón de Velasco ocupó la cartera ministerial. Antes de llegar a Zamora, el paso fue expuesto en la Sección Universitaria de la Asociación Cultural Iberoamericana en Madrid, donde recibió una excelente acogida entre el público y las personalidades culturales de la capital.
El paso fue bendecido el 26 de marzo de 1950 por el Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis en la iglesia del Tránsito, y desfiló por primera vez el 2 de abril de 1950. La crónica del momento describe cómo a las cuatro en punto salió de la iglesia la procesión, con los pequeños cofrades luciendo sus bellas túnicas de vistoso colorido. Entre los que procesionaban se encontraban dos niños austriacos acogidos en la ciudad, muestra del espíritu universalista de la celebración. La banda de música del Regimiento Toledo acompañó el cortejo, y entre la muchedumbre que presenció el recorrido se encontraba el propio escultor Florentino Trapero. Por la noche, la Junta Directiva le ofreció una cena íntima como homenaje al éxito rotundo que había conseguido con el nuevo grupo escultórico.
La composición del paso muestra a Jesús sentado sobre una pollina, rodeado de un hombre y dos mujeres, una de ellas con su niño en brazos. Detrás van otros dos niños jugando con un pollino, creando una escena de extraordinaria naturalidad y humanidad. La distribución de las figuras, el tratamiento de los ropajes y la expresividad de los rostros demuestran la maestría de Trapero, que logró captar el espíritu festivo del momento sin caer en la solemnidad excesiva. Es recomendable contemplar el paso desde el lado derecho del cortejo, perspectiva desde la cual se aprecian mejor los detalles compositivos y la interacción entre las figuras.
En 1954, Florentino Trapero realizó una intervención en la imagen titular, colocando un nuevo rostro a Jesús, perfeccionando aún más la expresión de la talla principal. Esta modificación respondía al deseo de la cofradía de dotar a la imagen de una mayor serenidad y belleza, acorde con la solemnidad del momento histórico que representa.
Florentino Trapero tuvo una relación muy estrecha con Zamora. En 1954 restauró 24 pasos de la Semana Santa zamorana, y en 1957 talló la imagen de Nuestra Señora de la Resurrección, que cerraba los desfiles procesionales en la capital. Su legado en la ciudad es considerable, y en reconocimiento a su obra, el Museo Florentino Trapero en Aguilafuente (Segovia), su localidad natal, conserva el boceto original que presentó a la primera directiva de la cofradía zamorana, permitiendo estudiar el proceso creativo de esta obra maestra.
Itinerario procesional del Domingo de Ramos
La procesión de La Borriquita recorre algunas de las calles más emblemáticas del centro histórico de Zamora, trazando un itinerario que permite a zamoranos y visitantes disfrutar de la cofradía en diferentes escenarios urbanos. El recorrido actual parte de la Plaza de Santa María la Nueva a las 17:30 horas, tras la bendición de palmas que tiene lugar a las 17:15 en la Calle de San Bernabé.
El cortejo avanza por Barandales, arteria comercial del casco histórico, y continúa por la Plaza Viriato, espacio dedicado al héroe lusitano que se convierte en un primer punto de concentración de público. La procesión prosigue por Ramos Carrión hasta alcanzar la Plaza Mayor, corazón administrativo y simbólico de Zamora, que atraviesa sin dar vuelta en esta primera ocasión.
Desde la Plaza Mayor, el desfile desciende por Renova hacia la Plaza de Sagasta, gira por San Torcuato y continúa por la Avenida de Alfonso IX, una de las vías más amplias de la ciudad, que permite contemplar el paso con perspectiva completa. El regreso se inicia por Santa Clara, volviendo a la Plaza de Sagasta y nuevamente por Renova hasta la Plaza Mayor, que esta vez atraviesa completamente, ofreciendo una segunda oportunidad de contemplar el cortejo en el espacio más solemne de la ciudad.
El tramo final discurre por Juan Nicasio Gallego, Reina y Corral Pintado, hasta regresar a la Plaza de Santa María la Nueva, donde concluye el desfile con la entrada del paso en el Museo de Semana Santa, edificio contiguo a la iglesia de salida.
El recorrido, de aproximadamente dos horas de duración, permite que miles de personas, especialmente familias con niños pequeños, puedan seguir cómodamente la procesión o situarse en puntos estratégicos para contemplar el paso. La luminosidad de la tarde del domingo, las palmas mecidas por la brisa primaveral y la alegría de los niños crean una atmósfera única que contrasta con la solemnidad de las procesiones nocturnas que tendrán lugar durante los días siguientes.
Vida cofrade a lo largo del año
Aunque el momento culminante de la cofradía se produce el Domingo de Ramos, la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén mantiene actividades a lo largo del año que fortalecen los vínculos entre sus miembros y preparan adecuadamente la celebración anual. La hermandad cuenta actualmente con aproximadamente 150 hermanos activos, cifra que ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años gracias al renovado interés de nuevas generaciones de zamoranos por participar en las tradiciones de la Semana Santa.
Uno de los momentos más significativos en la vida de la cofradía es el acto de entrada de nuevos hermanos, que se celebra anualmente en el Seminario Menor San Atilano. Durante este acto de convivencia, que suele tener lugar en los días previos a la Semana Santa, se lleva a cabo el rito de imposición del medallón, gesto simbólico que marca el compromiso de los nuevos integrantes con la hermandad. En el caso de los menores de edad, la asistencia debe realizarse acompañados de uno de sus tutores legales, garantizando así el respaldo familiar a este compromiso.
En los últimos años, la cofradía ha experimentado incorporaciones especialmente significativas de hermanos infantiles, lo que garantiza el relevo generacional y la continuidad de la tradición. En 2025, por ejemplo, se incorporaron once nuevos hermanos, la mayoría de ellos niños, en un emotivo acto al que asistieron una veintena de personas entre cofrades, familiares y allegados. Estas ceremonias refuerzan el carácter familiar de la hermandad y crean vínculos duraderos entre los miembros.
La cofradía también organiza encuentros de convivencia y reuniones de trabajo para planificar los detalles logísticos de la procesión, que requiere una coordinación compleja dado el elevado número de participantes, especialmente niños. La seguridad de los más pequeños, la organización del recorrido y la coordinación con las autoridades municipales son aspectos que demandan una preparación minuciosa durante los meses previos.
Singularidades de La Borriquita
La procesión de La Borriquita presenta características únicas que la distinguen radicalmente de cualquier otro desfile procesional de la Semana Santa zamorana. En primer lugar, destaca su carácter festivo y alegre, en contraposición al recogimiento y la solemnidad que caracteriza a las procesiones de los días posteriores. El Domingo de Ramos celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén como rey de paz, cuando fue recibido con palmas y aclamaciones de júbilo. Esta dimensión festiva se refleja en el ambiente general de la procesión, en el colorido de las vestimentas y en la participación entusiasta de los niños.
El protagonismo infantil constituye sin duda la seña de identidad más característica de esta cofradía. Para muchos zamoranos, la primera experiencia de participación en la Semana Santa tiene lugar precisamente en la procesión de La Borriquita, cuando siendo niños acompañan el paso con sus palmas recién bendecidas. Este recuerdo entrañable permanece en la memoria durante toda la vida, creando un vínculo emocional profundo con la cofradía y con la ciudad. Es frecuente ver a abuelos que llevan de la mano a sus nietos, repitiendo el gesto que sus propios abuelos tuvieron con ellos décadas atrás, estableciendo una cadena de transmisión intergeneracional de gran belleza.
La participación inclusiva representa otro rasgo distintivo. A diferencia de otras cofradías donde la participación requiere ser hermano y adquirir el hábito correspondiente, La Borriquita permite que cualquier niño de la ciudad pueda sumarse al cortejo portando su palma, sin más requisito que el deseo de participar. Esta apertura convierte la procesión en un auténtico acontecimiento popular que trasciende las fronteras estrictamente cofrades para convertirse en una celebración comunitaria.
El título de «Real» con que se distingue a la cofradía fue otorgado en reconocimiento a su profunda devoción y su papel fundamental en las tradiciones de la Semana Santa zamorana. Este honor resalta la relevancia y el compromiso de la hermandad con la comunidad, además de vincularla con la larga tradición monárquica española de patrocinio a las instituciones religiosas.
Una curiosidad histórica especialmente emotiva es la recuperación del antiguo paso del siglo XIX. Tras la realización del actual grupo escultórico por Florentino Trapero en 1950, el paso antiguo fue cedido a la ciudad de Toro con motivo de un incendio ocasionado en el interior de la iglesia de Santa Catalina, donde se guardaban las imágenes de Semana Santa. Durante décadas, el antiguo grupo permaneció en Toro bajo la posesión de buena fe de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla. Tras varios años de trabajo y gestiones, y con el visto bueno del Obispado, en la tarde del 2 de julio de 2013, miembros de la Junta Directiva zamorana, acompañados de representantes de la Junta Pro Semana Santa, se trasladaron a Toro para recuperar el antiguo grupo escultórico. En la actualidad, tras el acuerdo entre la Venerable Orden Tercera Franciscana y la Real Cofradía, el grupo histórico queda bajo custodia zamorana en términos de usufructo, permitiendo estudiar y conservar esta valiosa pieza del patrimonio devocional.
Consejos prácticos
Planificación de la visita
El Domingo de Ramos marca el inicio oficial de la Semana Santa, por lo que Zamora experimenta una notable afluencia de visitantes desde este primer día. Es altamente recomendable reservar alojamiento con bastante antelación, especialmente si se planea permanecer en la ciudad durante toda la Semana de Pasión. Los hoteles del centro histórico ofrecen la ventaja de la proximidad a los recorridos procesionales, mientras que los establecimientos de zonas más alejadas suelen presentar tarifas más económicas.
Mejores ubicaciones para contemplar la procesión
La Plaza Mayor constituye uno de los mejores enclaves para contemplar La Borriquita, especialmente en su segundo paso por la plaza, cuando la luz vespertina ilumina la fachada del Ayuntamiento. La Avenida de Alfonso IX ofrece amplitud y buena visibilidad, siendo especialmente recomendable para familias con niños pequeños. La Plaza de Santa María la Nueva, tanto en el momento de la salida como en el regreso, permite disfrutar del emotivo momento en que el paso abandona o regresa al entorno del templo románico.
Aspectos a tener en cuenta
El Domingo de Ramos se celebra en horario vespertino, cuando las temperaturas suelen ser agradables en primavera, aunque conviene llevar alguna prenda de abrigo ligera por si refresca al atardecer. El calzado debe ser cómodo, ya que es habitual seguir la procesión durante parte de su recorrido o moverse entre diferentes puntos de observación.
Para quienes asistan con niños pequeños, es conveniente llevar palmas o ramos de olivo y laurel, que pueden adquirirse en los alrededores de la iglesia antes de la procesión. La participación de los más pequeños portando sus palmas les hace sentirse parte activa de la celebración y crea recuerdos inolvidables.
Gastronomía del Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos, al ser el día de apertura de la Semana Santa, aún no está sujeto a las restricciones culinarias de los días de vigilia. Los restaurantes zamoranos ofrecen su carta habitual, que incluye las excelencias de la gastronomía castellana: lechazo asado, cochinillo, embutidos ibéricos, queso zamorano con Denominación de Origen y los excelentes vinos de Toro. No obstante, algunos establecimientos comienzan ya a incluir en sus menús preparaciones de bacalao y otros platos típicos de Cuaresma, anticipando la gastronomía característica de los días siguientes.
Preguntas habituales
¿Cuándo fue fundada la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén?
La cofradía fue fundada oficialmente el 15 de octubre de 1948, aunque la tradición de la procesión del Domingo de Ramos en Zamora podría remontarse hasta la segunda mitad del siglo XIII. La Venerable Orden Tercera de San Francisco mantuvo la procesión desde la Edad Media hasta 1948, año en que fue constituida la cofradía actual.
¿Por qué se conoce popularmente como «La Borriquita»?
El nombre popular de «La Borriquita» hace referencia al animal sobre el que Jesús montó para entrar en Jerusalén: una pollina o burra pequeña, símbolo de humildad y paz. Este nombre cariñoso ha arraigado profundamente en el habla coloquial zamorana y es la forma habitual de referirse a esta cofradía y a su procesión.
¿Qué día y a qué hora procesiona La Borriquita?
La procesión tiene lugar cada Domingo de Ramos por la tarde. A las 17:15 horas se realiza la bendición popular de las palmas en la Calle de San Bernabé, y a las 17:30 horas da comienzo el desfile desde la Plaza de Santa María la Nueva. La procesión dura aproximadamente dos horas.
¿Quién esculpió el actual paso procesional?
El grupo escultórico fue realizado por el imaginero segoviano Florentino Trapero Ballesteros entre 1949 y 1950. Tallado en madera de pino de Soria, representa a Jesús montado en una pollina rodeado de personajes que le aclaman. Fue bendecido el 26 de marzo de 1950 y desfiló por primera vez el 2 de abril de ese mismo año.
¿Pueden participar los niños en la procesión?
Sí, la participación infantil es precisamente la característica más distintiva de esta procesión. Cientos o miles de niños acompañan el paso portando palmas o ramos de olivo y laurel, sin necesidad de ser hermanos de la cofradía ni vestir hábito alguno. Esta participación libre y masiva convierte La Borriquita en la procesión más familiar de toda la Semana Santa zamorana.
¿Cómo es el hábito de los cofrades?
Los aproximadamente 150 cofrades organizadores visten túnica de raso blanco con botonadura, complementada con caperuz, faja y capa de color púrpura. Algunos niños llevan túnicas blancas con turbantes y fajas, azules para las niñas y púrpuras para los niños, recreando vestimentas hebraicas de la época.
¿Qué ocurrió con el antiguo paso del siglo XIX?
Tras la incorporación del nuevo grupo escultórico de Florentino Trapero en 1950, el antiguo paso fue cedido a la ciudad de Toro. En julio de 2013, tras años de gestiones, la cofradía recuperó el antiguo grupo escultórico, que actualmente permanece bajo custodia zamorana en términos de usufructo, permitiendo su conservación y estudio.
¿Cuántos hermanos tiene actualmente la cofradía?
La Real Cofradía cuenta actualmente con aproximadamente 150 hermanos, cifra que ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años. Muchos de los nuevos ingresos corresponden a niños y jóvenes, lo que garantiza el relevo generacional y la continuidad de la tradición.
Enlaces de interés
- Página Oficial de La Borriquita Zamora
- Junta Pro Semana Santa de Zamora
- Diócesis de Zamora
- Ayuntamiento de Zamora
- Turismo Castilla y León
- Diputación de Zamora
- Museo Florentino Trapero (Aguilafuente)
Cofradías
Cofradía de Jesús del Vía Crucis
Cofradía de Jesús Nazareno
Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
Cofradía de la Santísima Resurrección
Cofradía de la Virgen de la Esperanza
Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
Penitente Hermandad de Jesús Yacente
Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
Real Cofradía del Santo Entierro
Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
Sección de Damas de la Virgen de la Soledad