Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída constituye una de las cofradías más emblemáticas y queridas de la Semana Santa de Zamora. Fundada en 1942 con un propósito conmovedor y desarrollada a lo largo de más de ocho décadas, esta hermandad destaca por su profundo simbolismo, su espectacular patrimonio escultórico y su emotiva procesión del Lunes Santo, que recorre las calles zamoranas con una solemnidad única. Con más de 2.400 hermanos en la actualidad, la Tercera Caída representa una manifestación excepcional de fe, arte y tradición que atrae a miles de devotos y visitantes cada año.

Contenido
- 1 Orígenes y trayectoria
- 2 Templo sede
- 3 Indumentaria característica
- 4 Patrimonio escultórico e imaginería
- 5 Desfiles procesionales y calendario litúrgico
- 6 Vida cofrade anual
- 7 Anécdotas singulares
- 8 Información práctica
- 9 Preguntas frecuentes
- 10 Enlaces de interés
- 11 Cofradías
- 11.0.1 Cofradía de Jesús del Vía Crucis
- 11.0.2 Cofradía de Jesús Nazareno
- 11.0.3 Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
- 11.0.4 Cofradía de la Santísima Resurrección
- 11.0.5 Cofradía de la Virgen de la Esperanza
- 11.0.6 Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
- 11.0.7 Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
- 11.0.8 Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
- 11.0.9 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
- 11.0.10 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
- 11.0.11 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
- 11.0.12 Penitente Hermandad de Jesús Yacente
- 11.0.13 Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
- 11.0.14 Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
- 11.0.15 Real Cofradía del Santo Entierro
- 11.0.16 Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
- 11.0.17 Sección de Damas de la Virgen de la Soledad
Orígenes y trayectoria
La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída nació oficialmente el 16 de abril de 1942, en un momento histórico particularmente significativo para España. Un grupo de excombatientes zamoranos de la Guerra Civil decidió constituir esta cofradía con un doble propósito: mantener los vínculos de unión entre los antiguos combatientes y honrar la memoria de los caídos en la contienda, dedicándoles un recuerdo constante y oraciones por sus almas. Paralelamente, estos fundadores deseaban contribuir al esplendor de la Semana Santa zamorana, patrimonio cultural de primer orden en la ciudad del Duero.
La hermandad realizó su primer desfile procesional el Miércoles Santo de 1943, utilizando inicialmente una imagen prestada: el paso de «La Caída» perteneciente a la Congregación de Jesús Nazareno, cuya talla portaba una túnica blanca. Este periodo fundacional resultó crucial para establecer la identidad y los valores de la cofradía, aunque la hermandad aún buscaba su propia imagen titular que representara fielmente el momento de la Tercera Caída de Cristo bajo el peso de la Cruz.
El punto de inflexión llegó en la Semana Santa de 1947, cuando fue bendecida la actual imagen titular de la hermandad. Esta escultura, obra del prestigioso imaginero vizcaíno Quintín de Torre Berástegui, representa a Jesús abatido por el peso del madero, en un momento de profundo sufrimiento y humanidad. La calidad artística de esta talla convirtió a la cofradía en referente escultórico de la Pasión zamorana.
Durante las décadas siguientes, la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída atravesó diversos periodos de esplendor y dificultad. Como ocurrió con otras cofradías zamoranas, experimentó una profunda crisis en determinados años, pero logró recuperarse paulatina y vigorosamente a partir de los años ochenta. Este resurgimiento se caracterizó por un importante aumento de hermanos, la incorporación de nuevos elementos patrimoniales y una renovada vitalidad que ha perdurado hasta nuestros días.
Un hito relevante en la historia reciente de la hermandad fue el Encuentro Nacional de Cofradías y Hermandades de «Jesús Caído» celebrado en Zamora en 2018. Durante tres días, la ciudad acogió a representantes de hermandades de distintos puntos de España, generando una extraordinaria convivencia cofrade que incluyó ponencias, conferencias, exposiciones, visitas guiadas y una procesión extraordinaria hasta la Catedral, donde se celebró una solemne misa mayor. Este evento puso en valor tanto a la hermandad como a la ciudad de Zamora en el contexto de la Pasión española.
Templo sede
La Iglesia de San Lázaro constituye la sede canónica de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída desde sus orígenes. Este templo, ubicado en el barrio de San Lázaro de Zamora, fue inaugurado el 8 de febrero de 1930, edificándose sobre las ruinas de una antigua iglesia románica que había sido derribada en 1928. El templo actual presenta un destacado retablo barroco obra de Joaquín Churriguera, además de albergar valiosas imágenes barrocas procedentes de la desaparecida iglesia de San Bartolomé, como las tallas de San José, San Juan Bautista y el denominado Cristo de la Guerra.
Indumentaria característica
El hábito de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída presenta una combinación cromática distintiva que la convierte en una de las cofradías más reconocibles de la Semana Santa zamorana. La indumentaria fue evolucionando desde los primeros años de la hermandad, alcanzando su configuración actual tras diversas incorporaciones que enriquecieron su simbolismo.
El atuendo completo consta de túnica y caperuz de raso negro, colores que simbolizan el luto y la penitencia. Sobre estos elementos oscuros destaca una amplia capa de raso blanco, que confiere una vistosidad excepcional al conjunto procesional cuando los más de 2.400 hermanos desfilan por las calles zamoranas. En el brazo izquierdo de la capa se borda en color rojo el emblema distintivo de la cofradía.
El emblema de la hermandad constituye un elemento cargado de significado: la Cruz de San Fernando (recordando que este monarca fue Rey de Zamora) rodeada por una corona de espinas, símbolos que evocan directamente el sacrificio de Cristo y su Pasión. Este distintivo aparece bordado en el pecho de la túnica y también se porta como medallón plateado sujeto al cuello mediante un cordón de colores blanco y negro.
Los cofrades complementan su atuendo con guantes blancos, calcetines y zapatos negros. Durante el desfile procesional, portan hachones con velas en forma de farol, creando un ambiente de recogimiento y solemnidad que caracteriza la noche del Lunes Santo zamorano. La iluminación proporcionada por estos faroles, multiplicada por miles de cofrades, genera un efecto visual impresionante que permanece grabado en la memoria de quienes contemplan el cortejo.
Patrimonio escultórico e imaginería
Jesús en su Tercera Caída (1947) – Imagen titular
La joya indiscutible del patrimonio de la hermandad es la imagen titular de Jesús en su Tercera Caída, realizada por el eminente escultor vizcaíno Quintín de Torre Berástegui y bendecida en 1947. Esta talla representa a Cristo en el momento de su tercera caída bajo el peso de la Cruz, abatido por el sufrimiento pero mostrando una fortaleza espiritual que conmueve profundamente a quienes la contemplan.
Quintín de Torre (1877-1966) fue un imaginero de extraordinaria calidad técnica, considerado uno de los últimos grandes maestros de la imaginería española. Formado en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao y posteriormente en París, donde entró en contacto con las vanguardias artísticas, desarrolló un estilo que combinaba el realismo patético con una profunda sensibilidad espiritual. Su obra se caracteriza por el tratamiento magistral de los pliegues de las vestiduras, la expresividad de los rostros y una policromía de gran calidad.
La imagen del Jesús Caído zamorano muestra estas características distintivas del maestro vasco. La escultura transmite el peso físico y espiritual del sacrificio de Cristo, con una composición que logra equilibrar el dramatismo de la escena con una serenidad que invita a la contemplación y la oración. La expresión del rostro conecta emocionalmente con los fieles, mientras que el tratamiento anatómico revela el profundo conocimiento técnico del escultor.
Esta obra maestra procesiona cada Lunes Santo y permanece durante el resto del año en la Iglesia de San Lázaro, donde recibe culto y veneración constante. En 1961, el escultor zamorano Ramón Abrantes realizó una delicada restauración de la talla, garantizando su conservación para generaciones futuras. La imagen se inspira, según algunos estudiosos, en una escena similar pintada en una tabla del retablo del Santo Cristo de la Catedral de Zamora.
Despedida de Jesús y su Madre (1957)
En 1957, la hermandad incorporó a su patrimonio el grupo escultórico de la Despedida de Jesús y su Madre, obra del prestigioso imaginero extremeño Enrique Pérez Comendador (1900-1981). Este artista, formado en la escuela sevillana de escultura y posteriormente pensionado en la Academia Española de Roma, destacó tanto por su imaginería religiosa como por sus monumentos públicos y retratos.
Pérez Comendador desarrolló un estilo que fusionaba el clasicismo adquirido durante su estancia romana con la tradición de la imaginería andaluza. Su obra se caracteriza por la sobriedad rotunda, el equilibrio compositivo y un dominio excepcional de diversos materiales y técnicas escultóricas. Como catedrático de Modelado del Natural y Composición Escultórica en la Escuela de San Fernando, influyó decisivamente en generaciones de escultores españoles.
El grupo de la Despedida representa el momento en que Jesús se despide de su Madre antes de iniciar el camino hacia el Calvario, una escena cargada de emotividad que complementa perfectamente el mensaje espiritual de la hermandad. La composición muestra el dolor contenido de ambas figuras y la ternura del último abrazo antes del sacrificio supremo.
Virgen de la Amargura (1959)
La tercera imagen procesional de la hermandad es la Virgen de la Amargura, realizada en 1959 por el escultor zamorano Ramón Abrantes Blanco (1930-2006). Esta es la única aportación de Abrantes a la imaginería procesional zamorana, convirtiéndose en un legado especialmente valioso de este artista autodidacta que destacó principalmente por su escultura contemporánea.
Se trata de una imagen de bastidor de 1,82 metros de altura, dimensión calculada cuidadosamente para mantener la armonía estética con los demás grupos escultóricos de la hermandad. La talla fue realizada en madera de pino para el cuerpo y en madera de cerezo para la cabeza, manos y pies, combinación que permite diferentes tratamientos técnicos según las características de cada parte anatómica.
La Virgen de la Amargura viste una túnica blanca de lamé plateado y un majestuoso manto de terciopelo negro con bordados en oro, indumentaria que refuerza el contraste cromático entre el dolor y la esperanza. La imagen permanece durante el año en el Museo de Semana Santa de Zamora, siendo trasladada al templo de San Lázaro el Sábado de Dolores. En 2024, esta escultura celebró su 65 aniversario, consolidándose como una de las devociones marianas más queridas de la Pasión zamorana.
Elementos simbólicos
A partir de los años ochenta, la colaboración entre la hermandad y el escultor benaventano José Luis Alonso Coomonte (nacido en 1932) aportó una renovación estética que unió tradición y modernidad sin desmerecer ninguna de ellas. Coomonte, Premio Castilla y León de las Artes 2020 y reconocido maestro del hierro forjado, creó una serie de elementos que enriquecieron extraordinariamente la procesión.
Entre sus aportaciones destacan diversas cruces alzadas de estilos variados, algunas portadas por un solo cofrade y otras que requieren los hombros de varios hermanos. Especialmente notables son dos obras de gran tamaño y originalidad: una Cruz realizada con yugos para uncir bueyes y una monumental Corona de Espinas elaborada con rejas de arado. Estos elementos, que procesionan al inicio del cortejo, establecen un potente vínculo simbólico entre el sacrificio de Cristo y el trabajo del campo castellano, conectando la dimensión espiritual con la realidad cultural y económica de la tierra zamorana.
La visión innovadora de Coomonte, que combina materiales tradicionales del mundo rural con formas contemporáneas, ha sido ampliamente reconocida y ha contribuido decisivamente al cambio estético que experimentó la hermandad en las últimas décadas, sin perder por ello su esencia original.
Desfiles procesionales y calendario litúrgico
La procesión del Lunes Santo constituye el momento culminante del año para la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída. El desfile parte de la Iglesia de San Lázaro a las 20:30 horas, cuando el templo y sus alrededores se llenan de cofrades ataviados con sus características túnicas negras y capas blancas, creando una marea humana que recorre primero el propio barrio de San Lázaro antes de dirigirse hacia el centro histórico de Zamora.
La procesión discurre por calles emblemáticas de la ciudad como El Riego, Santiago, Benavente y Santa Clara, generando estampas de profunda belleza y recogimiento. Los tres grupos escultóricos avanzan en paralelo por las vías más amplias, protegidos por el círculo de hermanos que los rodean, bajo un silencio impresionante que contrasta con el volteo de campanas y el sonido de las marchas procesionales interpretadas por las bandas de música.
El acto central de la procesión tiene lugar en la Plaza Mayor de Zamora, donde se produce uno de los momentos más emotivos y esperados de toda la Semana Santa zamorana. Los tres pasos hacen su entrada en la plaza y se detienen en el centro, mientras todos los hermanos forman un círculo protector alrededor de las imágenes. Tras el toque de silencio, el capellán de la hermandad pronuncia una oración de recuerdo por todos los hermanos fallecidos, especialmente por los fundadores y antiguos cofrades de la hermandad. El acto concluye con la interpretación de «La Muerte no es el Final», entonada por el coro de la hermandad, creando un momento de extraordinaria emoción que se ha convertido en seña de identidad de la Tercera Caída.
Este ritual en la Plaza Mayor, aunque ha experimentado diversas evoluciones en su ubicación y formato a lo largo de los años, mantiene intacta su capacidad de conmover a zamoranos y visitantes. La solemnidad del momento, la belleza del encuadre arquitectónico y la participación masiva de hermanos convierten este acto en uno de los más destacados de toda la Semana Santa española.
Es importante señalar que, aunque originalmente la hermandad procesionó en Miércoles Santo durante sus primeros años, actualmente el Lunes Santo se ha consolidado como su jornada procesional, manteniéndose constante esta tradición en las últimas décadas.
Vida cofrade anual
La actividad de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída no se limita a la Semana Santa, sino que mantiene una intensa vida asociativa y religiosa durante todo el año. La hermandad organiza misas mensuales cada tercer sábado de mes en la Iglesia de San Lázaro, a las 20:00 horas, con participación del cuarteto de viento y percusión que ameniza estas celebraciones. Estos actos litúrgicos son retransmitidos en directo a través de las redes sociales de la hermandad, facilitando la participación de hermanos y devotos que no pueden acudir presencialmente.
La hermandad impulsa diversas actividades formativas y culturales dirigidas especialmente a los más jóvenes y a las familias. Entre ellas destaca el Curso de Belenes, que en 2024 celebró su tercera edición dirigida a niños de 6 a 15 años. Impartido por el artista Anselmo Esteban, el curso enseña el diseño y montaje de belenes tradicionales, culminando con una exposición conjunta de las obras realizadas por los participantes. Estas iniciativas buscan fomentar la creatividad y mantener vivas las tradiciones navideñas.
Igualmente relevante es el Concurso Infantil de Pintura «Felicitación de Navidad», que en 2025 alcanzó su séptima edición consolidándose como una de las actividades más esperadas por las familias zamoranas. Dirigido a niños de entre 4 y 12 años, el certamen invita a los pequeños a plasmar en sus dibujos la Navidad tradicional o los símbolos propios de la hermandad, promoviendo la participación familiar y el espíritu navideño.
La Asociación Cultural de Jesús en su Tercera Caída, con sede en Plaza Doña Jimena, 5, organiza conferencias, exposiciones y encuentros que profundizan en la historia, el arte y la espiritualidad de la cofradía. En 2017, con motivo del 75 aniversario de la fundación, la hermandad desarrolló un amplio programa de actos conmemorativos que incluyeron conferencias sobre el escultor Quintín de Torre, mesas redondas sobre la historia de la cofradía con la participación de destacadas personalidades zamoranas, y exposiciones en el Museo Etnográfico de Castilla y León.
Mención especial merece el espectáculo «Jesús en su Tercera Caída: La Noche de Lunes Santo», representado en el Teatro Principal de Zamora, que acerca a los zamoranos todos los momentos emblemáticos de la procesión sin necesidad de levantarse de la butaca. Con música de la Banda Maestro Nacor Blanco y la participación de las bandas propias de la hermandad, el espectáculo recorre la salida de San Lázaro, el paso por calles como El Riego, Santiago o Benavente, los momentos de Santa Clara y el acto central de la Plaza Mayor, permitiendo disfrutar de una experiencia completa de lo que representa esta noche tan especial.
Anécdotas singulares
La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída ha sido conocida históricamente como «la cofradía de los excombatientes», denominación que refleja su origen fundacional y que perduró durante décadas en el imaginario zamorano. Aunque en la actualidad la hermandad ha evolucionado hacia una composición mucho más diversa y plural, con más de 2.400 hermanos de todas las edades y condiciones sociales, ese origen marca profundamente su identidad y su compromiso con la memoria histórica.
Una particularidad que sorprende a muchos visitantes es el contraste entre el recogimiento absoluto del desfile y la monumentalidad visual del cortejo. La procesión de la Tercera Caída es una de las más numerosas de la Semana Santa zamorana, con miles de cofrades portando hachones que crean un mar de luces en movimiento. Este efecto lumínico, especialmente notable en calles estrechas y plazas amplias, genera estampas de extraordinaria belleza fotográfica que han dado la vuelta al mundo a través de reportajes y documentales sobre la Pasión española.
El coste inicial de la túnica constituyó durante años un factor que limitaba la incorporación de vecinos del barrio de San Lázaro a la hermandad. El raso negro y blanco de alta calidad y la confección artesanal de las piezas implicaban una inversión económica considerable que llevaba a muchas familias a optar por otras cofradías con hábitos más asequibles, como las de la Mañana del Viernes Santo. Esta circunstancia explica, en parte, por qué durante décadas la vinculación entre el barrio y «su» cofradía no fue tan intensa como cabría esperar, situación que se ha ido transformando con el paso del tiempo.
La figura del Barandales añade un elemento distintivo a la procesión. Este cofrade tiene la responsabilidad de anunciar el inicio del desfile mediante el toque de campanas, marcando el momento en que la hermandad abandona el templo de San Lázaro y se dispone a recorrer las calles zamoranas. Este cargo ceremonial conecta con antiguas tradiciones cofrades y aporta un elemento sonoro característico al comienzo de la noche procesional.
La hermandad ha sabido conjugar innovación y tradición de manera ejemplar. La incorporación de obras contemporáneas de Coomonte junto a las imágenes barrocas y de mediados del siglo XX demuestra una apertura hacia nuevas expresiones artísticas sin renunciar a la esencia tradicional. Este equilibrio, no siempre fácil de conseguir en el ámbito cofrade, ha sido ampliamente reconocido y ha servido de modelo para otras hermandades.
Finalmente, resulta conmovedor el compromiso intergeneracional que caracteriza a la Tercera Caída. Es frecuente ver familias completas participando en la procesión, con abuelos, padres e hijos compartiendo la experiencia cofrade. Esta transmisión de valores y vivencias de generación en generación garantiza la continuidad y vitalidad de una hermandad que, lejos de anquilosarse, se renueva constantemente manteniendo vivo su espíritu fundacional.
Información práctica
Alojamiento en Zamora
Zamora ofrece una amplia oferta de alojamiento que se adapta a todos los presupuestos. La ciudad cuenta con hoteles de diversas categorías ubicados tanto en el centro histórico como en zonas más modernas. Es altamente recomendable reservar con varios meses de antelación, especialmente para el Lunes Santo, cuando la afluencia de visitantes es muy elevada.
Los apartamentos turísticos constituyen una excelente opción para familias o grupos, ofreciendo mayor flexibilidad y la posibilidad de cocinar. Las casas rurales en los pueblos cercanos a Zamora también son una alternativa interesante para quienes buscan tranquilidad y desean disfrutar del entorno natural de la provincia.
Cómo llegar a Zamora
Zamora dispone de buenas conexiones por carretera. La Autovía A-66 (Ruta de la Plata) comunica la ciudad con el norte y el sur de España, mientras que la A-11 la conecta con Madrid y la zona este. El transporte en autobús es cómodo y frecuente, con líneas regulares desde las principales ciudades españolas. La estación de autobuses se encuentra próxima al centro urbano.
La estación de ferrocarril de Zamora ofrece servicios de Media Distancia que conectan con ciudades como Salamanca, Valladolid, León y Madrid. El trayecto en tren permite disfrutar del paisaje castellano y resulta especialmente cómodo para visitantes procedentes del corredor noroeste.
Vestimenta apropiada
La procesión del Lunes Santo se celebra en horario nocturno, cuando las temperaturas pueden ser frescas en primavera. Es recomendable llevar abrigo o chaqueta, especialmente si se planea seguir el cortejo durante varias horas. El calzado debe ser cómodo, ya que es frecuente caminar largas distancias para encontrar buenos puntos de observación o para seguir la procesión por diferentes calles.
Aunque no existe una norma estricta de vestimenta para los espectadores, se aprecia el respeto y la discreción en el atuendo, evitando prendas excesivamente informales o llamativas que puedan desentonar con el carácter religioso y solemne del acto.
Gastronomía zamorana
La visita a Zamora durante la Semana Santa ofrece la oportunidad de degustar la excelente gastronomía castellana. El bacalao es protagonista absoluto de estas fechas, preparado de múltiples formas: al ajo arriero, con pimientos, en buñuelos o con tomate. Las torrijas zamoranas, con su característico sabor a vino y canela, constituyen el postre tradicional por excelencia.
Los productos de la tierra merecen especial atención: el queso zamorano con Denominación de Origen, los embutidos ibéricos de calidad suprema, las legumbres de Fuentesaúco y el vino de Toro, que acompañan perfectamente cualquier comida. Los restaurantes del casco histórico ofrecen menús especiales durante la Semana Santa que permiten disfrutar de esta rica tradición culinaria.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo fue fundada la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída?
La hermandad fue fundada oficialmente el 16 de abril de 1942 por un grupo de excombatientes zamoranos de la Guerra Civil, con el objetivo de honrar a los caídos y contribuir al esplendor de la Semana Santa de Zamora. Su primer desfile procesional tuvo lugar el Miércoles Santo de 1943.
¿Qué día procesiona la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída?
La procesión tiene lugar cada Lunes Santo por la tarde-noche, partiendo de la Iglesia de San Lázaro a las 20:30 horas. Aunque originalmente desfiló en Miércoles Santo, desde hace décadas el Lunes Santo se ha consolidado como su jornada procesional.
¿Quién esculpió la imagen titular de Jesús en su Tercera Caída?
La imagen titular fue realizada por el prestigioso escultor vizcaíno Quintín de Torre Berástegui y bendecida en la Semana Santa de 1947. Esta talla representa a Cristo abatido bajo el peso de la Cruz y destaca por su calidad artística, tratamiento de los pliegues y expresividad del rostro.
¿Cuántos pasos procesionales tiene la hermandad?
La hermandad procesiona con tres grupos escultóricos: Jesús en su Tercera Caída (1947) de Quintín de Torre, Despedida de Jesús y su Madre (1957) de Enrique Pérez Comendador, y la Virgen de la Amargura (1959) de Ramón Abrantes. Además, el cortejo incluye diversas cruces alzadas creadas por José Luis Alonso Coomonte.
¿Cuál es el acto más emotivo de la procesión?
El momento más emotivo tiene lugar en la Plaza Mayor de Zamora, donde los tres pasos se detienen en el centro mientras los hermanos forman un círculo protector. Tras el toque de silencio, el capellán pronuncia una oración por los hermanos fallecidos y se interpreta la canción «La Muerte no es el Final», creando una atmósfera de profunda emoción.
¿Cómo son los hábitos de los cofrades de la Tercera Caída?
Los cofrades visten túnica y caperuz de raso negro, que simbolizan el luto, y una amplia capa de raso blanco con el emblema de la hermandad bordado en rojo en el brazo izquierdo. Completan el atuendo con guantes blancos, calcetines y zapatos negros, portando hachones con velas en forma de farol durante la procesión.
¿Dónde se puede ver la imagen de Jesús en su Tercera Caída fuera de Semana Santa?
La imagen titular recibe culto durante todo el año en la Iglesia de San Lázaro, sede canónica de la hermandad. La Virgen de la Amargura permanece expuesta en el Museo de Semana Santa de Zamora, siendo trasladada a San Lázaro el Sábado de Dolores.
¿Cuántos hermanos tiene actualmente la cofradía?
La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída cuenta en la actualidad con más de 2.400 hermanos, lo que la convierte en una de las cofradías más numerosas de la Semana Santa zamorana. Este crecimiento refleja la vitalidad y el atractivo de la hermandad entre zamoranos de todas las edades.
Enlaces de interés
- Web Oficial de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
- Junta Pro Semana Santa de Zamora
- Diócesis de Zamora
- Ayuntamiento de Zamora
- Turismo Castilla y León
- Diputación de Zamora
Cofradías
Cofradía de Jesús del Vía Crucis
Cofradía de Jesús Nazareno
Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
Cofradía de la Santísima Resurrección
Cofradía de la Virgen de la Esperanza
Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
Penitente Hermandad de Jesús Yacente
Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
Real Cofradía del Santo Entierro
Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
Sección de Damas de la Virgen de la Soledad