Cofradía de Jesús Nazareno
La Cofradía de Jesús Nazareno, popularmente conocida como «La Congregación», constituye una de las hermandades más emblemáticas y numerosas de la Semana Santa de Zamora. Desde su fundación en 1651, esta cofradía ha mantenido viva la tradición penitencial zamorana, congregando a más de 11.500 hermanos que cada madrugada de Viernes Santo recorren las calles de la ciudad en uno de los desfiles procesionales más sobrecogedores y auténticos de cuantos componen la Pasión zamorana.

Con sede en la histórica iglesia de San Juan de Puertanueva, esta hermandad representa la esencia del silencio, la austeridad y la devoción que caracterizan a Zamora como referente nacional en la celebración de la Semana Santa. Su procesión, que arranca puntualmente a las cinco de la madrugada del Viernes Santo, rememora el camino de Jesús hacia el Calvario, y se ha convertido en una experiencia espiritual y cultural imprescindible para devotos y visitantes.
El carácter inclusivo de La Congregación, que desde sus orígenes acogió a personas de todas las clases sociales, su impresionante patrimonio escultórico y tradiciones únicas como el Merlú, el baile del Cinco de Copas y el reparto de almendras garrapiñadas, convierten a esta cofradía en una vivencia única dentro del panorama cofrade español.
Contenido
- 1 Origen y evolución histórica
- 2 Sede canónica
- 3 Indumentaria y elementos identificativos
- 4 Patrimonio escultórico y artístico
- 5 Recorrido procesional
- 6 Celebraciones y cultos
- 7 Curiosidades singulares
- 8 Preguntas comunes
- 9 Enlaces de interés
- 10 Cofradías
- 10.0.1 Cofradía de Jesús del Vía Crucis
- 10.0.2 Cofradía de Jesús Nazareno
- 10.0.3 Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
- 10.0.4 Cofradía de la Santísima Resurrección
- 10.0.5 Cofradía de la Virgen de la Esperanza
- 10.0.6 Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
- 10.0.7 Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
- 10.0.8 Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
- 10.0.9 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
- 10.0.10 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
- 10.0.11 Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
- 10.0.12 Penitente Hermandad de Jesús Yacente
- 10.0.13 Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
- 10.0.14 Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
- 10.0.15 Real Cofradía del Santo Entierro
- 10.0.16 Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
- 10.0.17 Sección de Damas de la Virgen de la Soledad
Origen y evolución histórica
La fundación de la Cofradía de Jesús Nazareno tiene lugar el 13 de mayo de 1651, cuando el provisor eclesiástico concede licencia a un grupo de devotos zamoranos encabezados por Claudio Gómez, Andrés de Rueda, Antonio Ruiz, José Flórez, Antonio Moreno de la Torre y Francisco Guerrero. La iniciativa surge como respuesta a la desaparición de una cofradía anterior con idéntico nombre, establecida en 1610 en la iglesia de San Vicente Mártir, que no logró subsistir más allá de unas pocas décadas debido a la dura crisis demográfica que asoló Castilla durante el siglo XVII.
El notario de la audiencia episcopal Claudio Gómez fue el principal impulsor de esta nueva hermandad, tal y como reconocen expresamente las actas de la cofradía al identificarlo como «el primer fundador». Junto a él, Antonio Moreno de la Torre, merino mayor de la ciudad, jugó un papel fundamental en la consolidación institucional de la Congregación. El resto de fundadores pertenecían a la burguesía zamorana y a oficios artesanales, configurando desde el principio una hermandad de marcado carácter popular y transversal.
Desde su establecimiento, la cofradía fija su sede en la iglesia parroquial de San Juan de Puertanueva, donde inicialmente utilizó la capilla que en 1596 mandó fabricar don Jerónimo de Porras. Posteriormente, desde 1839, pasó a ocupar otra capilla cedida por el Marqués de Valverde, Conde de Torrejón y de Casa Trejo, de la cual hoy solo se conserva el arco de entrada y una reja del siglo XVI que sirven de altar a la Virgen de la Soledad.
Los fines originales de la hermandad eran claros y respondían a las necesidades espirituales y materiales de sus miembros: servir a Dios imitando la Sagrada Pasión de Cristo, costear el entierro de los cofrades difuntos y organizar la procesión penitencial del Viernes Santo. A estos objetivos se sumaban las pláticas cuaresmales y el Sermón de la Pasión, actos que fortalecían la formación espiritual de los hermanos.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII, la Congregación fue incorporando nuevos grupos escultóricos a su desfile procesional. Inicialmente solo procesionaban las imágenes titulares —Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad—, pero pronto se añadieron otros pasos: La Verónica (1653), La Desnudez (1668) y La Crucifixión (1669). Estos primeros grupos no han llegado hasta nuestros días, siendo sustituidos por las magníficas obras que actualmente componen el patrimonio de la cofradía.
Durante el siglo XIX, la hermandad experimentó un notable impulso gracias al trabajo del imaginero Ramón Álvarez, quien dotó a la procesión de algunas de sus piezas más valiosas y reconocibles. El siglo XX trajo la ampliación del papel femenino en la cofradía con la fundación, en 1946, de la Sección de Damas de la Virgen de la Soledad, agrupación que acompaña a la Virgen en la procesión del Sábado Santo.
Hoy, la Cofradía de Jesús Nazareno vulgo Congregación cuenta con aproximadamente 11.500 hermanos —cerca de 7.500 hombres y 4.500 mujeres—, lo que la convierte en una de las hermandades más numerosas de España. Su composición social mantiene el espíritu inclusivo de sus orígenes: clérigos, profesionales, artesanos y trabajadores de todos los sectores conviven bajo el mismo caperuz negro, unidos por la devoción y el compromiso con la tradición.
Sede canónica
La iglesia de San Juan de Puertanueva es la sede canónica histórica de la Cofradía de Jesús Nazareno desde 1651. Este templo románico, edificado en la segunda mitad del siglo XII y principios del XIII, se alza en el costado occidental de la Plaza Mayor zamorana, junto a la denominada Porta Nova, la puerta más oriental del primer recinto amurallado, abierta en 1171 para comunicar la ciudad primitiva con el arrabal.
Indumentaria y elementos identificativos
El hábito de la Cofradía de Jesús Nazareno es uno de los más austeros y característicos de la Semana Santa española, y se ha mantenido prácticamente inalterado desde la fundación de la hermandad en 1651. Esta fidelidad a la tradición convierte a la túnica de La Congregación en un auténtico testimonio vivo de cuatro siglos de historia cofrade.
Los hermanos visten túnica de percal negro con cola, sin capa, ceñida con cordón de esparto. Cubren completamente el rostro con un verdugo o caperuzo romo, sin pico, que les confiere un aspecto sobrio y anónimo, acentuando el carácter penitencial del desfile. Portan al cuello el medallón de la cofradía y, siguiendo la representación del camino de Jesús hacia el Calvario, cargan sobre sus hombros una cruz de madera negra, símbolo inequívoco de su condición de nazarenos.
Esta indumentaria completamente negra, sumada al silencio absoluto que caracteriza el desfile, crea una de las estampas más sobrecogedoras de la Semana Santa española. Miles de figuras oscuras, anónimas y enlutadas, recorriendo las calles en la oscuridad de la madrugada, configuran una procesión de enorme fuerza visual y espiritual.
Los cofrades que portan los pasos están eximidos de llevar la túnica tradicional. En su lugar, visten camisa blanca, pantalón negro, zapato y calcetín negros, que quedan ocultos a la vista del público por ir bajo las andas procesionales. Esta distinción práctica no resta solemnidad al conjunto, sino que facilita el esfuerzo físico de cargar los pasos a hombros durante las más de siete horas que dura la procesión.
Las mujeres de la Sección de Damas, creada en 1946, lucen mantilla española negra y portan cirios. Acompañan especialmente a la Virgen de la Soledad en la procesión del Sábado Santo, aunque también participan en la madrugada del Viernes Santo, entonando la Salve al regreso a la Plaza Mayor.
El medallón que los hermanos portan al cuello identifica su pertenencia a la Congregación y constituye un elemento de orgullo para quienes lo lucen, transmitiéndose frecuentemente de generación en generación dentro de las familias zamoranas más vinculadas a la tradición.
Patrimonio escultórico y artístico
La Cofradía de Jesús Nazareno atesora uno de los patrimonios escultóricos más ricos y variados de la Semana Santa española. A diferencia de otras hermandades que conservan piezas barrocas, prácticamente todos los grupos que procesiona La Congregación fueron realizados en los siglos XIX y XX, con la única excepción de La Agonía, obra barroca del siglo XVII procedente de un retablo de la propia iglesia de San Juan.
Esta renovación escultórica moderna, lejos de restar valor al conjunto, ha dotado a la procesión de una coherencia estilística notable y ha convertido el desfile en un auténtico museo vivo de la imaginería castellana contemporánea. A continuación se detallan los pasos que componen la procesión del Viernes Santo:
Jesús Camino del Calvario, «Cinco de Copas»
Es la imagen titular de la cofradía y la que abre la procesión. El Jesús Nazareno central es obra anónima de 1802, mientras que las figuras que le acompañan fueron talladas por Justo Fernández en 1893. El conjunto representa a Cristo cargando la cruz, rodeado de sayones y soldados romanos.
Recibe el nombre popular de «Cinco de Copas» por los cinco personajes que lo componen, y su salida desde el interior de la iglesia de San Juan constituye uno de los momentos culminantes de la Semana Santa zamorana. El paso es «bailado» al compás de la Marcha fúnebre de Sigismond Thalberg, considerada el himno no oficial de la Semana Santa de Zamora. Los portadores realizan movimientos rítmicos que simulan un baile, creando un efecto visual de enorme belleza y emoción que eriza la piel de cuantos lo presencian.
La Caída
Obra del imaginero Ramón Álvarez (1866-1878), representa el momento en que Jesús cae bajo el peso de la cruz camino del Gólgota. Para su realización, el escultor se inspiró en el cuadro de Rafael de Sanzio «El Pasmo de Sicilia», logrando una composición de gran dramatismo. Cristo aparece arrodillado, con el madero sobre su espalda, mientras un sayón tira de la cuerda que le ata y otro levanta el látigo amenazante.
Jesús Nazareno
Este paso, incorporado a la procesión en la Semana Santa de 1999, es obra del escultor zamorano Antonio Pedrero Yéboles. La imagen recupera la iconografía tradicional del Nazareno en solitario, sin acompañamiento de sayones, tal y como procesionaban las antiguas representaciones. Cristo aparece con la cruz a cuestas, vistiendo túnica de terciopelo morado y corona de espinas metálica. La pieza desfila sobre una mesa bendecida ese mismo año, obra de José Antonio Pérez.
Redención
Obra cumbre del escultor valenciano Mariano Benlliure (1931), discípulo de Ramón Álvarez. El grupo escultórico representa a Jesús camino del Calvario, ayudado por Simón de Cirene que carga parte del peso de la cruz, mientras María Magdalena se duele en el suelo ante el paso del Maestro. La composición transmite un dramatismo contenido y una emoción profunda, características del estilo de Benlliure.
Las Tres Marías y San Juan
Conjunto escultórico realizado por Hipólito Pérez Calvo en 1971. Representa el momento del Calvario en que las tres Marías (la Virgen María, María Magdalena y María de Cleofás) junto a San Juan Evangelista contemplan el sufrimiento de Cristo. Las figuras muestran la desolación y el dolor de quienes presenciaron la crucifixión, con gestos de gran expresividad y realismo.
La Verónica
Obra de Ramón Álvarez (1885), representa el momento en que la piadosa mujer limpia el rostro de Jesús con un paño, quedando impresa en él la imagen del Salvador. El grupo escultórico muestra a la Verónica arrodillada, sosteniendo el lienzo con la Santa Faz, mientras Cristo, exhausto, se apoya en la cruz. La escena transmite un momento de ternura en medio del drama de la Pasión.
La Desnudez
Realizada por José María Garrós en 1901, representa el momento en que Jesús es despojado de sus vestiduras antes de ser clavado en la cruz. El grupo muestra a Cristo en el centro, mientras dos sayones sujetan su túnica y un tercero, en el suelo, barrena uno de los brazos de la cruz preparando la crucifixión. La composición destaca por su dinamismo y el realismo de las actitudes.
La Crucifixión
Otra obra maestra de Ramón Álvarez (1880-1885). Representa el momento en que Cristo está siendo clavado en la cruz. Los sayones aparecen en plena acción, sujetando los brazos del Salvador mientras otro prepara los clavos. La expresión de dolor contenido en el rostro de Jesús contrasta con la brutalidad de la escena, creando un impacto visual de gran fuerza dramática.
La Elevación de la Cruz
Obra de Aurelio de la Iglesia (1899-1901), representa el momento inmediatamente posterior a la crucifixión, cuando Cristo ya clavado en el madero es elevado ante la multitud. Los sayones aparecen tirando de las cuerdas para izar la cruz, mientras Jesús, exhausto y ensangrentado, contempla su destino. El grupo transmite el momento álgido del sufrimiento físico de la Pasión.
La Agonía
Es la pieza más antigua de cuantas procesiona la cofradía. Se trata de un calvario obra de Juan Ruiz de Zumeta (1604-1605) que formaba parte de un retablo de la iglesia de San Juan. Fue adaptado como paso procesional e incorporado al desfile en 1866. Representa a Cristo crucificado en agonía, flanqueado por la Virgen María y San Juan Evangelista. Es la única obra barroca que conserva la Congregación.
La Virgen de la Soledad
Es la principal imagen de devoción de la Cofradía de Jesús Nazareno y cierra el desfile procesional del Viernes Santo. La talla actual es obra de Ramón Álvarez (1886), aunque fue donada por don Joaquín Muñiz Arribas ese mismo año. Se trata de una imagen de vestir, de serena belleza y acusado realismo, con rostro y manos ligeramente inclinadas que transmiten una profunda tristeza contenida.
Es costumbre vestirla el Viernes Santo con manto de terciopelo negro bordado, túnica del mismo color y toca blanca, mientras que el Sábado Santo, cuando procesiona en solitario, luce ajuar de tela que acentúa su realismo. Su cabeza se toca con una sencilla y rica corona de oro, plata, platino y piedras preciosas. La devoción a esta imagen es inmensa entre los zamoranos, que la consideran madre espiritual de la ciudad.
Todos estos pasos desfilan sobre mesas procesionales ricamente talladas por artistas zamoranos, y son portados a hombros por los hermanos de pasos, que realizan relevos a lo largo del recorrido debido al peso considerable de las andas y la larga duración de la procesión.
Recorrido procesional
La procesión de la Cofradía de Jesús Nazareno arranca puntualmente a las cinco de la madrugada del Viernes Santo en el interior de la iglesia de San Juan de Puertanueva. Es conocida popularmente como «la procesión de las cinco de la mañana» y constituye uno de los momentos culminantes de la Semana Santa zamorana.
La noche anterior al desfile, en las horas previas a la salida, varias parejas de hermanos tocando una corneta con sordina y un tambor destemplado —conocidas como el Merlú— recorren los distintos barrios de Zamora para convocar a los cofrades a la procesión. Este ancestral toque, cuyo origen se remonta al menos al siglo XVIII, produce un sonido desgarrador y característico que eriza la piel de los zamoranos y anuncia la proximidad del desfile más esperado de la Pasión local.
El momento más emocionante de la procesión tiene lugar en el interior de la iglesia de San Juan, cuando el paso Camino del Calvario o «Cinco de Copas» es bailado al compás de la Marcha fúnebre de Sigismond Thalberg. Los portadores realizan movimientos rítmicos que hacen oscilar el paso de forma majestuosa, creando un efecto hipnótico de extraordinaria belleza. Esta marcha, fuertemente asociada a La Congregación, es considerada el himno oficioso de la Semana Santa de Zamora.
La procesión parte desde la Plaza Mayor hacia la Avenida de las Tres Cruces, donde tiene lugar otro de los momentos más esperados y emotivos del desfile: la reverencia de todos los grupos escultóricos ante la Virgen de la Soledad. Este momento simboliza el encuentro de Cristo con su Madre en la calle de la Amargura, y se realiza con todos los pasos inclinándose ante la imagen mariana en señal de respeto y amor filial. Es un instante de gran carga emocional que suele arrancar lágrimas entre los presentes.
Tras la reverencia, los cofrades realizan una estación de treinta y cinco minutos en la Avenida de las Tres Cruces, durante la cual es costumbre compartir un desayuno tradicional a base de sopas de ajo y chocolate. Esta parada permite a los hermanos recuperar fuerzas antes de iniciar el regreso hacia San Juan, y se ha convertido en una tradición muy arraigada que fortalece los lazos de hermandad.
Otra costumbre profundamente enraizada es el reparto de almendras garrapiñadas que los cofrades ofrecen a los espectadores a lo largo del recorrido. Este gesto de generosidad y cercanía con el público ha convertido las almendras en uno de los elementos más característicos de La Congregación.
La procesión regresa hacia la Plaza Mayor pasado el mediodía, concluyendo tras más de siete horas de recorrido. En el regreso, las hermanas de la Sección de Damas entonan la Salve en honor a la Virgen de la Soledad, creando un momento de gran belleza y recogimiento que pone el broche final a este extraordinario desfile.
Es importante destacar que del interior de San Juan solo parten dos pasos: el Camino del Calvario y la Virgen de la Soledad. El resto de grupos escultóricos sale del Museo de Semana Santa y se incorporan al cortejo en la Plaza Mayor, donde se organiza el desfile completo antes de iniciar el recorrido oficial.
Abre la marcha la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía, seguida de la cruz guía. Repartidos a lo largo del cortejo se sitúan el repostero oficial, otra banda de cornetas y tambores, una escuadra de la Policía Municipal (que ostenta el título de escolta de honor), y los mayordomos y mayordomas. Junto a las imágenes se colocan la presidencia oficial, el capellán, las autoridades locales y las bandas de música. A la Virgen de la Soledad le da escolta un piquete vestido con uniforme de gala de la Policía Municipal. Cierran la procesión los tambores de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía.
Celebraciones y cultos
Si bien la procesión del Viernes Santo constituye el acto más conocido y multitudinario de la Cofradía de Jesús Nazareno, la hermandad mantiene durante todo el año una intensa actividad religiosa, formativa y social que fortalece los vínculos entre sus miembros y perpetúa la devoción a sus titulares.
La Virgen de la Soledad, principal imagen devocional de la cofradía, cuenta con su propio cortejo procesional en la tarde del Sábado Santo. Este desfile, más recogido e íntimo que el del Viernes Santo, fue oficializado en 1948 como continuación de una vigilia que se venía celebrando desde el siglo XX. La procesión cierra los desfiles penitenciales de la ciudad y tiene un carácter especialmente emotivo al representar la soledad de María tras la muerte de su Hijo.
La cofradía celebra anualmente un Quinario en honor a la Virgen de la Soledad, que tiene lugar en los días previos a la Semana Santa. Durante cinco jornadas consecutivas se realizan funciones religiosas con predicación, rosario y cánticos marianos, culminando con una solemne función principal que congrega a numerosos hermanos y devotos.
El primer domingo de Cuaresma tiene lugar la Asamblea General Ordinaria de la hermandad, convocada mediante el tradicional toque del Merlú que recorre las calles zamoranas despertando a los cofrades. En esta junta se rinde cuentas del año anterior, se aprueban presupuestos, se toman decisiones sobre el futuro de la cofradía y se renuevan cargos directivos. La asamblea se celebra habitualmente en el Teatro Ramos Carrión debido al elevado número de hermanos que acuden a ella.
La Congregación mantiene también un importante compromiso social y caritativo con la ciudad. Destaca especialmente el programa de Aulas de Apoyo Escolar, una obra social que ofrece clases de refuerzo a niños y jóvenes con dificultades académicas, perpetuando así el espíritu de ayuda mutua que inspiró la fundación de la hermandad en el siglo XVII.
A lo largo del año, la cofradía organiza conferencias, presentaciones de libros y actividades culturales relacionadas con la Semana Santa zamorana, contribuyendo a la difusión y estudio de este patrimonio inmaterial. La hermandad ha editado publicaciones, discos con las marchas procesionales dedicadas a la Congregación, y materiales divulgativos sobre su historia y patrimonio.
En fechas señaladas como el día de Santa Cruz de mayo, históricamente dedicado al nombramiento de mayordomos, la cofradía mantiene actos religiosos que conservan el espíritu de las antiguas juntas generales del siglo XVII.
La Congregación participa también en actos conjuntos organizados por la Junta Pro Semana Santa de Zamora, colaborando en la promoción y difusión de la Pasión zamorana tanto a nivel nacional como internacional.
Curiosidades singulares
La Cofradía de Jesús Nazareno atesora numerosas particularidades que la hacen única dentro del panorama cofrade español. Estas curiosidades, algunas ancestrales y otras más recientes, configuran la identidad diferenciada de La Congregación y explican su enorme arraigo popular.
El Merlú: llamada ancestral a procesión
Una de las tradiciones más características de la cofradía es el Merlú, nombre con el que se conoce a las parejas de hermanos que, armados con una corneta con sordina y un tambor destemplado, recorren la ciudad convocando a los cofrades a la procesión. En la madrugada del Viernes Santo, seis parejas de Merlús se reparten por distintos barrios de Zamora, despertando a los hermanos con su toque inconfundible horas antes de las cinco de la madrugada.
El sonido del Merlú, desgarrador y solemne a partes iguales, constituye una de las señas de identidad más reconocibles de la Semana Santa zamorana. Su origen se remonta al menos al siglo XVIII, y su función trasciende lo meramente funcional para convertirse en símbolo de convocatoria, hermandad y tradición. El Merlú también toca durante la procesión para indicar paradas y reanudaciones del cortejo, y convoca anualmente a la Asamblea General de la cofradía.
La importancia del Merlú en la cultura zamorana queda reflejada en el monumento que el escultor Antonio Pedrero Yéboles realizó en 1996 y que se encuentra ubicado junto a la iglesia de San Juan, en plena Plaza Mayor. La escultura en bronce, a tamaño natural, representa a una pareja de congregantes tocando sus instrumentos, y se ha convertido en uno de los elementos turísticos más fotografiados de la ciudad.
El baile del Cinco de Copas
Otro momento singular de la procesión es el «baile» del paso Camino del Calvario, conocido popularmente como Cinco de Copas. En el interior de la iglesia de San Juan, antes de salir a la calle, los portadores balancean el paso de forma rítmica al compás de la Marcha fúnebre de Thalberg, creando un movimiento ondulante de extraordinaria belleza. Este «baile» dura varios minutos y constituye uno de los instantes más emotivos y esperados de la Semana Santa zamorana.
La Marcha fúnebre de Thalberg
La composición del músico Sigismond Thalberg se ha convertido en el himno no oficial de la Semana Santa de Zamora gracias a su asociación con La Congregación. La marcha acompaña la salida del Cinco de Copas y su melodía grave y solemne eriza la piel de cuantos la escuchan en la madrugada del Viernes Santo. Numerosas bandas han grabado versiones de esta pieza, que es inmediatamente reconocida por cualquier zamorano.
Marchas procesionales dedicadas
Varios compositores han dedicado marchas procesionales a la Congregación o a alguno de sus pasos. Destacan: Redención de Emilio Antón, Congregación de Antonio Pedrero, Soledad de Carlos Cerveró, Crucifixión de Jaime Gutiérrez, Camino de las tres cruces de Ángel Rodríguez y Las tres marías de A. Moya. En 2007, la cofradía editó un CD en colaboración con Caja España recopilando estas composiciones interpretadas por la Banda de Música de Zamora.
El reparto de almendras garrapiñadas
Una costumbre profundamente enraizada es el obsequio de almendras garrapiñadas que los cofrades reparten generosamente entre el público asistente. Este detalle de hospitalidad y cercanía con los espectadores ha convertido las almendras en un elemento identitario de La Congregación, hasta el punto de que muchos visitantes esperan con ilusión este pequeño presente que endulza la larga espera en las calles.
Composición social inclusiva
Desde su fundación, la Congregación se caracterizó por su carácter abierto y transversal. En sus filas han convivido clérigos (incluyendo obispos, canónigos y párrocos), nobles, burgueses, artesanos y jornaleros. Esta diversidad social, inusual en otras cofradías históricas más elitistas, explica el arraigo popular de la hermandad y su enorme número de miembros.
El hábito inalterado
Es notable que el hábito de percal negro que visten los cofrades permanece prácticamente inalterado desde la fundación de la hermandad en 1651. Esta fidelidad a la indumentaria original, sin adornos ni evoluciones estéticas, convierte la túnica de La Congregación en un auténtico documento histórico vivo.
La coronación canónica de la Virgen de la Soledad
El 16 de septiembre de 2023, la Virgen de la Soledad recibió la coronación canónica, máximo reconocimiento que la Iglesia otorga a una imagen mariana. Este acontecimiento supuso un hito histórico para la cofradía y congregó a miles de devotos en un acto solemne celebrado en la Catedral de Zamora.
El Peromato
Aunque no es exclusivo de la cofradía, resulta curioso que la torre de la iglesia de San Juan, sede de La Congregación, estuvo coronada durante siglos por el Peromato, una veleta con forma de guerrero medieval que se convirtió en símbolo de Zamora. El original, datado en 1642, se conserva en el Museo de Zamora, mientras que en la torre luce una réplica instalada en 1987.
Información práctica
Presenciar la procesión de la Cofradía de Jesús Nazareno constituye una experiencia única que requiere cierta preparación, dado que el desfile arranca en plena madrugada y tiene una duración superior a siete horas. A continuación se ofrecen consejos prácticos para disfrutar plenamente de este acontecimiento:
Horarios y ubicación
La procesión comienza puntualmente a las cinco de la madrugada del Viernes Santo. Se recomienda llegar a la Plaza Mayor o a las inmediaciones de la iglesia de San Juan al menos una hora antes para conseguir un buen lugar. Los puntos más privilegiados para contemplar el cortejo son: el interior o las inmediaciones de la iglesia de San Juan (para presenciar el baile del Cinco de Copas), la Plaza Mayor (donde se incorporan los pasos procedentes del Museo), y la Avenida de las Tres Cruces (donde tiene lugar la reverencia a la Virgen).
Vestimenta adecuada
Dado que la procesión transcurre en plena madrugada, en el mes de marzo o abril, las temperaturas suelen ser bajas. Es imprescindible llevar ropa de abrigo, calzado cómodo si se pretende seguir el cortejo, y protección contra posibles lluvias primaverales. Algunos espectadores llevan mantas o sacos de dormir para hacer más confortable la espera.
Alojamiento
Zamora cuenta con una amplia oferta hotelera que se completa rápidamente durante la Semana Santa. Es fundamental reservar con varios meses de antelación. Las opciones van desde hoteles de cuatro estrellas como el Parador de Zamora (instalado en el antiguo palacio de los Condes de Alba y Aliste), el NH Palacio del Duero o el AC Hotel Zamora, hasta hostales y pensiones más económicas. Existen también apartamentos turísticos y casas rurales en la provincia para quienes prefieran alojarse en entornos más tranquilos.
Transporte
Zamora está bien comunicada por carretera con las principales ciudades castellanas. Desde Madrid, se accede por la A-6 y luego la A-66 (aproximadamente 2 horas y media). La ciudad cuenta con estación de autobuses con conexiones regulares con Madrid, Valladolid, Salamanca y otras capitales. La estación de tren ofrece servicios de media distancia. Durante la Semana Santa se establecen servicios especiales de transporte.
El casco histórico es peatonal en su mayor parte, por lo que se recomienda aparcar en las zonas habilitadas en el extrarradio y desplazarse a pie. Durante las procesiones, el tráfico en el centro se corta completamente.
Gastronomía
La gastronomía zamorana es rica y contundente, perfecta para recuperar fuerzas tras las madrugadas procesionales. Son imprescindibles el bacalao a la tranca (especialidad de Semana Santa), el arroz a la zamorana, las mollejas, el lechazo asado, el queso zamorano con Denominación de Origen, y los garbanzo de Fuentesaúco. Como postres destacan las rebojadas y las aceitadas. Los vinos de las denominaciones de origen Toro y Tierra del Vino de Zamora acompañan perfectamente estas viandas.
Durante la procesión, es tradicional tomar las sopas de ajo que los propios cofrades comparten en la parada de las Tres Cruces, y las almendras garrapiñadas que reparten generosamente entre el público.
Otros lugares de interés
Zamora atesora un patrimonio románico excepcional con más de veinte iglesias de este estilo, coronadas por la magnífica Catedral del siglo XII con su característica cúpula gallonada. El Museo de Semana Santa es visita obligada para comprender la dimensión artística y cultural de la Pasión zamorana. El Castillo, las murallas medievales, el Puente de Piedra sobre el Duero y las Aceñas de Olivares completan una oferta cultural de primer nivel.
Comportamiento y respeto
Las procesiones de Zamora se caracterizan por el silencio y el recogimiento. Se ruega a los visitantes mantener una actitud respetuosa, evitar conversaciones en voz alta, no fumar durante el paso de las imágenes, y seguir las indicaciones del personal de seguridad. Está prohibido el uso de flash fotográfico que pueda molestar a los cofrades. El consumo de alcohol está muy mal visto durante los desfiles penitenciales.
Preguntas comunes
¿Por qué se llama «vulgo Congregación» a esta cofradía?
El término «vulgo» significa «popularmente conocida como». Desde su fundación en 1651, la hermandad se inspiró en una cofradía anterior que ya era conocida como «Congregación de Nazarenos», adoptando ese mismo nombre popular que ha perdurado hasta nuestros días. Para los zamoranos, simplemente es «La Congregación».
¿Qué es el Merlú y por qué es tan importante?
El Merlú es el nombre que reciben las parejas de cofrades que tocan la corneta con sordina y el tambor destemplado para convocar a los hermanos a la procesión. Su toque ancestral, que se remonta al siglo XVIII, eriza la piel de los zamoranos y se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de la Semana Santa de la ciudad. Cuenta incluso con un monumento en bronce junto a la iglesia de San Juan.
¿A qué hora comienza la procesión del Viernes Santo?
La procesión arranca puntualmente a las cinco de la madrugada del Viernes Santo desde el interior de la iglesia de San Juan de Puertanueva, y concluye pasado el mediodía tras más de siete horas de recorrido.
¿Por qué se llama «Cinco de Copas» al paso titular?
El paso Jesús Camino del Calvario recibe este nombre popular por los cinco personajes que componen el grupo escultórico: Cristo y cuatro figuras más que le acompañan en el camino hacia el Gólgota.
¿Qué significa el «baile» del Cinco de Copas?
No es un baile en sentido festivo, sino un movimiento rítmico que los portadores realizan con el paso al compás de la Marcha fúnebre de Thalberg, haciéndolo oscilar de forma majestuosa. Este momento, que tiene lugar en el interior de San Juan antes de salir a la calle, constituye uno de los instantes más emotivos de la Semana Santa zamorana.
¿Puedo entrar en la iglesia de San Juan para ver el baile del Cinco de Copas?
El templo tiene capacidad limitada y se llena rápidamente. Se recomienda llegar con mucha antelación si se desea presenciar este momento desde el interior. En caso de no poder acceder, el baile puede apreciarse también desde el exterior cuando el paso atraviesa el arco de salida.
¿Por qué reparten almendras garrapiñadas?
Es una tradición muy arraigada de la cofradía, un gesto de hospitalidad y cercanía con el público que ha caracterizado a La Congregación durante décadas. Las almendras endulzan la larga espera en las calles y se han convertido en un elemento identitario de esta hermandad.
¿Cuántos hermanos tiene la Cofradía de Jesús Nazareno?
Actualmente cuenta con aproximadamente 11.500 hermanos, de los cuales cerca de 7.500 son hombres y 4.500 mujeres, lo que la convierte en una de las cofradías más numerosas de España.
¿Por qué los cofrades visten completamente de negro?
El hábito de percal negro con caperuzo romo representa el luto y la penitencia, características fundamentales de la procesión que rememora el camino de Cristo hacia el Calvario. Esta indumentaria austera permanece inalterada desde la fundación de la hermandad en 1651.
¿Qué es la reverencia a la Virgen de la Soledad?
Es uno de los momentos más emotivos de la procesión. En la Avenida de las Tres Cruces, todos los pasos se inclinan ante la imagen de la Virgen Dolorosa, simbolizando el encuentro de Cristo con su Madre en el camino del Calvario. Este instante de profunda carga emocional suele arrancar lágrimas entre los presentes.
¿Se puede pertenecer a la cofradía siendo de fuera de Zamora?
Sí, la Congregación mantiene su carácter abierto e inclusivo desde su fundación. Cualquier persona puede solicitar su ingreso contactando con la hermandad a través de su web oficial o acudiendo personalmente a su sede en la calle Viriato.
¿Dónde se guardan los pasos el resto del año?
Los pasos titulares (Camino del Calvario y Virgen de la Soledad) permanecen en la iglesia de San Juan. El resto de imágenes se custodian en el Museo de Semana Santa de Zamora y en la panera de la cofradía.
Enlaces de interés
- Web oficial de la Cofradía de Jesús Nazareno vulgo Congregación
- Junta Pro Semana Santa de Zamora
- Turismo Castilla y León
- Oficina de Turismo de Zamora
- Diócesis de Zamora
- Ayuntamiento de Zamora
Cofradías
Cofradía de Jesús del Vía Crucis
Cofradía de Jesús Nazareno
Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia
Cofradía de la Santísima Resurrección
Cofradía de la Virgen de la Esperanza
Hermandad de Jesús en su Tercera Caída
Hermandad Penitencial de las Siete Palabras
Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Amparo
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo
Penitente Hermandad de Jesús Yacente
Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén
Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias
Real Cofradía del Santo Entierro
Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias
Sección de Damas de la Virgen de la Soledad