Iglesia de Santa María la Nueva
La Iglesia de Santa María la Nueva representa uno de los testimonios más singulares del románico zamorano, no solo por su belleza arquitectónica, sino por la dramática historia que marcó su reconstrucción. Situada en la Plaza de Santa María la Nueva, en el extremo oriental del casco histórico de Zamora, este templo combina elementos del románico pleno del siglo XII con reformas posteriores que configuran un espacio de profunda espiritualidad. Declarada Bien de Interés Cultural en 1945, la iglesia es actualmente sede canónica de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente, una de las cofradías más emblemáticas de la Semana Santa zamorana.

Contenido
- 1 Orígenes y el célebre Motín de la Trucha
- 2 Información práctica
- 3 Arquitectura románica
- 4 Tesoros artísticos del interior
- 5 Celebraciones litúrgicas
- 6 Curiosidades históricas
- 7 Preguntas habituales
- 8 Enlaces externos de interés
- 9 Templos
- 9.0.1 Catedral de Zamora
- 9.0.2 Iglesia de San Claudio de Olivares
- 9.0.3 Iglesia de San Esteban
- 9.0.4 Iglesia de San Frontis
- 9.0.5 Iglesia de San Juan Bautista
- 9.0.6 Iglesia de San Lázaro
- 9.0.7 Iglesia de San Vicente Mártir
- 9.0.8 Iglesia de Santa María de la Horta
- 9.0.9 Iglesia de Santa María la Nueva
- 9.0.10 Iglesia del Espíritu Santo
Orígenes y el célebre Motín de la Trucha
Los orígenes de la Iglesia de Santa María la Nueva se remontan a inicios del siglo XII, cuando fue construida bajo la advocación de San Román. Algunos investigadores apuntan incluso a la existencia de un templo previo en este emplazamiento desde el siglo VII. La iglesia primitiva constaba de planta basilical con tres naves y cabecera tripartita, siguiendo los cánones del románico castellano.
El acontecimiento que cambiaría para siempre la historia de este templo tuvo lugar en 1158, durante el reinado de Fernando II de León. El episodio conocido como el Motín de la Trucha enfrentó a nobles y plebeyos zamoranos en una revuelta que se inició en el mercado cercano. Según la tradición, el conflicto estalló cuando el hijo de un zapatero adquirió una trucha en el mercado, pero el despensero de un noble intentó arrebatársela. Los ciudadanos defendieron al joven plebeyo, y cuando los nobles se reunieron en la iglesia de San Román para deliberar el castigo, el pueblo enfurecido incendió el templo con la nobleza en su interior.
Las llamas calcinaron gran parte del edificio, salvándose únicamente el ábside semicircular y parte del muro meridional. El rey Fernando II, buscando la pacificación, ordenó que el propio pueblo reconstruyera la iglesia a cambio de no tomar represalias. Fue durante esta reconstrucción, completada hacia el año 1200, cuando el templo adoptó su nombre actual de Santa María la Nueva, abandonando la advocación de San Román.
Información práctica
Ubicación, horarios y acceso
Dirección: Plaza de Santa María la Nueva, s/n, 49001 Zamora
La iglesia se encuentra en pleno corazón del casco histórico zamorano, frente al Museo de Semana Santa, lo que facilita combinar ambas visitas en un mismo recorrido cultural.
Horarios de visita turística:
| Temporada | Días | Horario |
|---|---|---|
| 1 de febrero – 30 de junio | Martes a sábado | 10:00-13:30 h / 17:15-20:00 h |
| Domingos | 10:00-13:45 h | |
| 1 de julio – 30 de septiembre | Miércoles a sábado | 10:00-14:00 h / 17:30-20:00 h |
| Domingos | 10:00-14:00 h | |
| 1 de octubre – 22 de diciembre | Martes a sábado | 10:00-13:30 h / 16:30-18:45 h |
| Domingos | 10:00-13:45 h | |
| Lunes y martes: Cerrado (puede variar) | ||
Tarifas: La iglesia forma parte del circuito de iglesias románicas de Zamora. Se ofrece un bono conjunto de 6€ para visitar 7 iglesias. Entrada gratuita para empadronados en Zamora y todos los miércoles de 10:00 a 12:00 horas.
Nota importante: Durante los actos litúrgicos y celebraciones de la Hermandad de Jesús Yacente, el acceso turístico puede estar restringido. Se recomienda consultar con antelación.
Arquitectura románica
La Iglesia de Santa María la Nueva presenta una interesante dualidad constructiva que refleja su turbulenta historia. El templo actual combina elementos del románico pleno del siglo XII con la reconstrucción tardorrománica posterior al incendio y modificaciones barrocas.
El ábside románico: Sin duda, la joya arquitectónica del conjunto. Este ábside semicilíndrico del siglo XII, considerado posiblemente el más antiguo del románico zamorano, se eleva sobre un zócalo corrido y presenta una característica singular: está situado a un nivel inferior respecto a la nave. Su decoración es excepcional: siete arcos ciegos de medio punto sostenidos por esbeltas columnas adosadas de delgados fustes. En el centro de la segunda, cuarta y sexta arcada se abren tres ventanales que iluminan el presbiterio. Los capiteles, aunque deteriorados por el tiempo, presentan decoración vegetal y algunos elementos figurativos, destacando uno con un personaje que introduce sus manos en las fauces de dos leones y otro con parejas de aves con cuellos entrelazados, motivos habituales en la iconografía románica.
La nave única: Tras la reconstrucción post-incendio, las tres naves originales fueron sustituidas por un amplio espacio unificado de tres tramos, separado del ábside por un arco toral apuntado. Grandes arcos diafragma doblados y apuntados cruzan la nave y sostienen la cubierta de madera moderna. Las bóvedas actuales son de estilo barroco con lunetos, resultado de reformas del siglo XVIII.
Portadas: La iglesia cuenta con tres accesos. La portada meridional es la más destacada, conservada del templo primitivo, con un elegante arco semicircular inscrito en otro de herradura sobre columnas con capiteles decorados con animales: una sirena de dos colas y una pareja de aves con cuellos entrecruzados. También dispone de portadas en las fachadas norte y oeste, siendo esta última la principal, sobre la que se eleva la espadaña.
La torre: De planta cuadrangular, se sitúa en el suroeste del templo. Originalmente más alta, fue desmochada y rematada posteriormente con espadaña para evitar el desplome de la estructura. Bajo su cuerpo se encuentra el baptisterio.
Capillas laterales: A ambos lados del tramo presbiterial se abren dos pequeñas estancias cuadrangulares cubiertas con bóveda de cañón apuntado, cuya funcionalidad original ha generado diversas interpretaciones entre los investigadores.
Tesoros artísticos del interior
El interior de Santa María la Nueva alberga un conjunto de obras de arte que convierten la visita en una experiencia memorable para devotos y amantes del patrimonio histórico.
Jesús Yacente de Francisco Fermín: En la capilla mayor recibe culto la imagen más venerada del templo, el Cristo Yacente. Esta magnífica talla del siglo XVII, datada hacia 1636, fue durante décadas atribuida a Gregorio Fernández, aunque actualmente se considera obra de su discípulo Francisco Fermín, perteneciente al círculo vallisoletano. La escultura fue encargada por Nicolás Enríquez, Oidor de la Real Chancillería de Valladolid, para la capilla funeraria que poseía en el desaparecido convento de Santo Domingo de Zamora.
Tras un largo peregrinaje por diversos templos zamoranos —convento de Nuestra Señora de la Victoria, iglesia de Santiago del Burgo e iglesia de la Concepción—, la imagen fue trasladada en 1966 a Santa María la Nueva, donde permanece desde entonces. Se trata de una representación de Cristo en su total humanidad, despojado de la condición divina, que conmueve por su realismo y expresividad. La talla es portada en procesión cada Jueves Santo por la Penitente Hermandad de Jesús Yacente sobre sencillas parihuelas iluminadas por cuatro cirios rojos.
Pila bautismal románica: Bajo el cuerpo de la torre, en el baptisterio, se conserva una excepcional pila bautismal del siglo XIII tallada en piedra tosca zamorana. Es la única pila bautismal historiada del románico de Zamora, lo que incrementa su valor artístico. Su copa circular presenta siete arcos rebajados labrados sobre columnas con capiteles de ornamentación vegetal. Bajo estos arcos aparecen relieves de escenas bíblicas: el bautismo de Cristo en el Jordán, figuras de profetas y apóstoles (algunos identificables, como San Pedro portando llaves), y un ángel turiferario que porta un incensario. Aunque el paso del tiempo ha erosionado parcialmente estas figuras, la pila continúa siendo una pieza excepcional del arte sacro medieval.
Pinturas murales góticas: En 1959 se descubrieron en la sacristía sur y otros espacios interiores dos interesantes ciclos de pinturas murales de estilo gótico lineal realizadas en negro y rojo. Estas pinturas, datadas en el siglo XIV, representan escenas de la vida de Cristo y la Virgen María, catalogándose más hacia el naturalismo gótico que hacia el románico. Estos frescos constituyen un valioso testimonio de la decoración pictórica medieval zamorana. Además, en el interior se conserva un San Cristobalón del siglo XVI, figura de gran formato que responde a la tradición medieval de representar a este santo protector de los viajeros en las entradas de los templos.
La hendidura de las Sagradas Formas: En el muro norte del primer tramo de la nave, protegida por una rejilla gótica, se conserva una hendidura con una leyenda asociada. Según la tradición, por esta abertura salieron milagrosamente las Sagradas Formas para refugiarse en el Beatario de las Dueñas cuando la iglesia fue incendiada durante el Motín de la Trucha. Este elemento representa la fusión entre historia y devoción popular que caracteriza el templo.
Celebraciones litúrgicas
Aunque la Iglesia de Santa María la Nueva no funciona como parroquia ordinaria, mantiene una intensa vida espiritual vinculada a la Hermandad de Jesús Yacente. El templo es escenario de diversos cultos y celebraciones a lo largo del año:
Vía Crucis cuaresmales: Durante la Cuaresma, la Hermandad organiza Vía Crucis en el templo, actos de reflexión sobre la Pasión de Cristo que congregan a numerosos fieles. Estos ejercicios piadosos han sido tradicionalmente muy emotivos y llenos de religiosidad.
Triduo a Jesús Yacente: En los días previos al Jueves Santo, se celebra un solemne triduo en honor a la sagrada imagen titular, con predicación y momentos de oración que preparan espiritualmente a los hermanos para la procesión.
Procesión del Jueves Santo: El momento culminante del año litúrgico en Santa María la Nueva. La Solemne Procesión de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente parte del templo a las 23:00 horas del Jueves Santo. Antes de la salida, los hermanos se encierran en la iglesia para un momento de oración junto al capellán y el obispo de la diócesis. La procesión, inspirada en los entierros humildes de los pueblos castellanos, discurre en absoluto silencio, roto únicamente por el tintineo de las campanillas del viático, el roce de las cruces con el suelo empedrado y el golpeteo de los hachones. El momento cumbre acontece en la Plaza de Viriato, donde el coro de la Hermandad, con más de 200 cantores, interpreta el Miserere del Padre Alcocer, uno de los instantes más conmovedores de la Semana Santa española, retransmitido en directo por medios nacionales.
Vía Lucis de Resurrección: Tras la Semana Santa, la Hermandad celebra el Vía Lucis, recorrido meditativo sobre las apariciones de Cristo resucitado, aunque este acto se realiza actualmente en la iglesia del Tránsito.
Actos sociales y caritativos: La Hermandad mantiene activa una labor social que hunde sus raíces en los fines fundacionales de 1941, incluyendo ayuda a hermanos necesitados y acciones de solidaridad.
Curiosidades históricas
El Archivo de los Hijosdalgo: En la iglesia de Santa María la Nueva se custodió desde 1380 el Archivo General de Hijosdalgo, que contenía pragmáticas, discursos reales y documentación nobiliaria de la ciudad. Este archivo, protegido por una reja del siglo XVI empotrada en el muro septentrional, constituía uno de los fondos documentales más importantes de Zamora. A comienzos del siglo XXI, toda esta documentación fue trasladada al Archivo Provincial de Zamora, donde se conserva actualmente.
El duelo que nunca fue: El día de Reyes de 1531, la iglesia fue testigo de un incidente que pudo terminar en tragedia. Durante una junta celebrada en el templo, el joven noble Diego Mazariegos puso la mano encima del anciano Francisco de Monsalve en el transcurso de una acalorada disputa. Monsalve falleció al día siguiente, víctima del disgusto. Su hijo, que se encontraba en Grecia, regresó precipitadamente con la intención de vengar la afrenta, pero el duelo nunca llegó a producirse: Diego Mazariegos ofreció públicamente su espada rendida al hijo del ofendido, gesto que evitó el derramamiento de sangre.
El «descubrimiento» del Yacente: En 1941, durante unas obras en la iglesia de la Concepción, se «descubrió» de manera casi casual la imagen del Cristo Yacente, que permanecía semiolvidada al culto. Este hallazgo provocó tal entusiasmo en la juventud zamorana que en solo 36 días se inscribieron 111 personas para fundar la Penitente Hermandad de Jesús Yacente. El primer desfile tuvo lugar el 10 de abril de 1941, convirtiéndose desde entonces en uno de los momentos cumbre de la Semana Santa zamorana.
La estatua del Barandales: Frente al ábside de la iglesia, en la plaza, se encuentra una estatua de bronce del Barandales, personaje tradicional de la Semana Santa zamorana que desde el siglo XVI abre las procesiones agitando entre sus manos dos pesados esquilones para anunciar el paso de los cortejos procesionales.
Restauración y estudios recientes: En 2009 comenzó un ambicioso proyecto de restauración dentro del Proyecto Cultural Zamora Románica. Durante estos trabajos aparecieron decenas de «pequeñas dianas» —pegatinas topográficas— en los muros, que sorprendieron a muchos zamoranos hasta que se aclaró que formaban parte del levantamiento fotogramétrico del edificio. Las excavaciones arqueológicas revelaron hallazgos patrimoniales importantes que podrían musealizarse en el futuro, junto con la exposición de las vigas policromadas descubiertas.
Marcas de cantería: En los sillares del templo se conservan numerosas marcas de canteros, signos que los maestros constructores grababan en la piedra. Los estudios identifican diversas logias de canteros que trabajaron en cada fachada, con una mayor concentración en la zona oriental (9 logias). Las tipologías incluyen rectas, curvas, caracteres alfanuméricos, figuras geométricas e ideogramas con significado simbólico religioso y de protección.
Preguntas habituales
¿Qué es el Motín de la Trucha y cómo afectó a la iglesia?
El Motín de la Trucha fue una revuelta popular ocurrida en 1158 en Zamora, cuando plebeyos y nobles se enfrentaron por un incidente en el mercado relacionado con la compra de una trucha. Los nobles se refugiaron en la iglesia de San Román para deliberar el castigo al pueblo, pero los ciudadanos prendieron fuego al templo con ellos dentro. Este incendio destruyó gran parte de la iglesia original, salvándose únicamente el ábside y parte del muro sur. El rey Fernando II ordenó que el pueblo reconstruyera el templo, momento en que cambió su nombre a Santa María la Nueva.
¿Quién esculpió el Cristo Yacente que se venera en la iglesia?
El Cristo Yacente es una talla del siglo XVII, datada hacia 1636, obra de Francisco Fermín, discípulo de Gregorio Fernández y perteneciente al círculo vallisoletano. Durante mucho tiempo fue atribuida erróneamente al propio Gregorio Fernández. La escultura fue encargada por Nicolás Enríquez para su capilla funeraria en el convento de Santo Domingo. Tras diversos traslados, llegó a Santa María la Nueva en 1966, donde recibe culto actualmente.
¿Se puede visitar la iglesia durante todo el año?
Sí, la Iglesia de Santa María la Nueva está abierta al público prácticamente todo el año, aunque con horarios que varían según la temporada. Generalmente abre de martes a domingo, permaneciendo cerrada los lunes. Durante la Semana Santa y celebraciones especiales de la Hermandad de Jesús Yacente, el acceso turístico puede estar limitado. Se recomienda consultar los horarios actualizados antes de planificar la visita.
¿Qué relación tiene la iglesia con la Semana Santa de Zamora?
La Iglesia de Santa María la Nueva es la sede canónica de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente, fundada en 1941. Cada Jueves Santo a las 23:00 horas parte de este templo la solemne procesión de la Hermandad, uno de los momentos más conmovedores de la Semana Santa zamorana. El cortejo, inspirado en los entierros humildes castellanos, discurre en silencio absoluto hasta la Plaza de Viriato, donde el coro interpreta el célebre Miserere del Padre Alcocer, acto retransmitido en directo por medios nacionales e internacionales.
¿Qué elementos románicos originales se conservan en el templo?
Del templo románico original del siglo XII se conservan principalmente el ábside semicircular con sus siete arcos ciegos sobre columnas, considerado posiblemente el más antiguo de Zamora, y parte del muro meridional con su portada decorada. También es original la pila bautismal del siglo XIII, única pila historiada del románico zamorano, que presenta relieves del bautismo de Cristo. El resto del edificio corresponde a la reconstrucción posterior al incendio de 1158 y a reformas barrocas.
¿Se celebran misas regularmente en la iglesia?
La Iglesia de Santa María la Nueva no funciona actualmente como parroquia ordinaria con misas dominicales regulares. Su actividad litúrgica está vinculada principalmente a la Hermandad de Jesús Yacente, celebrándose cultos específicos durante la Cuaresma (Vía Crucis), triduo previo al Jueves Santo y otros actos especiales de la Hermandad a lo largo del año. Para asistir a misas regulares, los visitantes pueden acudir a otras parroquias cercanas del casco histórico zamorano.
Enlaces externos de interés
- Penitente Hermandad de Jesús Yacente – Web oficial
- Junta Pro Semana Santa de Zamora
- Portal de Turismo de Castilla y León – Iglesia de Santa María la Nueva
- Zamora Románica – Santa María la Nueva
- Ayuntamiento de Zamora
- Diputación Provincial de Zamora
- Diócesis de Zamora
Templos
Catedral de Zamora
Iglesia de San Claudio de Olivares
Iglesia de San Esteban
Iglesia de San Frontis
Iglesia de San Juan Bautista
Iglesia de San Lázaro
Iglesia de San Vicente Mártir
Iglesia de Santa María de la Horta
Iglesia de Santa María la Nueva
Iglesia del Espíritu Santo
